OPINIÓN: El día de la 'No Constitución'
España celebra este 6 de diciembre el Día de la Constitución Española, pues una jornada como esta en 1978 fue cuando los españoles votaron en referéndum la misma después de la dictadura franquista. Supuestamente, se votó por los derechos fundamentales y las libertades públicas, además de la división de poderes y la soberanía popular. Sin embargo, nos vendieron algo que hoy seguimos sin tener, a pesar de haber ‘votado’.
Después de 46 años seguimos sin división de poderes ni elección directa de nuestros representantes. “¿Cómo dices eso? Estás mintiendo”, dirán algunos. Pues bien, pasemos a explicarlo, porque es simple.
Los ciudadanos votamos a nivel nacional normalmente cada cuatro años por una lista de diputados seleccionados por el jefe del partido político de turno. Cuando son elegidos, empiezan a formar parte del Poder Legislativo y en el Congreso de los Diputados escogen al presidente del Gobierno que más les interese; es decir, a la persona que les diga su líder que deben votar. Por tanto, el Poder Ejecutivo tampoco será decidido directamente por el pueblo. Y la pieza final llegará con el Poder Judicial, integrado por jueces y otros juristas, que serán designados por los mismos políticos. No es broma, es así.
Así es como funciona el actual sistema “democrático” que nos han vendido a algunos desde niños y que otros tuvieron que tragarse directamente porque es lo que tocaba en ese momento. Y todo ello está amparado bajo el régimen del 78, con una Constitución que se fraguó entre supuestos representantes del pueblo que alcanzaron acuerdos y pactaron artículos sentados en la mesa del restaurante José Luis de la calle Rafael Salgado de Madrid.
En definitiva, como dice el Artículo 16 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, “Toda sociedad en la cual no esté establecida la garantía de los derechos, ni determinada la separación de los poderes, carece de Constitución”.
El ‘Panfleto del 78’ es un término que usan muchos en vez de Constitución Española, afirmando que se trató de una gran mentira que hoy en día mantiene a un país bajo una oligarquía de partidos que en muchos casos se saltan a la torera las normas del juego y las modifican a su gusto para sus intereses. Véase el ejemplo recientemente con la amnistía a los independentistas: en la hemeroteca hay vídeos de altos cargos del PSOE asegurando que era algo “anticonstitucional” y posteriormente tuvieron claro que no sería así cuando a ellos les interesaba para ganarse su apoyo en una votación en el Congreso.
El Día de la No Constitución cada vez es celebrado por más gente, sustituyéndolo por el Día de la Constitución, lo que lleva a pensar que parte de la sociedad vuelve a querer un cambio basando en la representación, donde los políticos hagan leyes que el ciudadano necesita, en la separación de poderes, poniendo límites y control a la clase política para impedir abusos de poder y la corrupción, y en la independencia judicial. Así, cambiaría el sistema de votación y se elegiría al presidente y a los diputados por separado y a doble vuelta, evitando favores entre partidos o el mercadeo de votos al que nos tienen acostumbrado en los últimos tiempos.