23 Noviembre 2024
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OPINIÓN: La Alcazaba, última oportunidad para Badajoz

OPINIÓN: La Alcazaba, última oportunidad para Badajoz

 

Como si no hubieran pasado 1000 años, la joya árabe de Extremadura se mantiene erguida en lo alto del Cerro de la Muela, bien conservada a pesar de haber perdido parte de sus riquezas pero con la intención de seguir ofreciendo valor y memoria.

 

Ante la falta de una Alhambra, Mezquita, Sagrada Familia, gran Catedral o Giralda que hiciera de imán turístico, la fortaleza islámica de la antigua Batalyaws comienza a ofrecer síntomas para que Badajoz pueda unirse al grupo de ciudades en las que pasar un fin de semana no es perder el tiempo.

 

No podemos lamentarnos a estas alturas del sinfín de errores cometidos con el patrimonio monumental pacense, evitables o no, hay que centrarse en lo que nos ofrece el pasado en el presente, y sin duda, la Alcazaba de Badajoz es una oportunidad.

 

Sus imponentes murallas, torres como la de Espantaperros, puertas como la de Carros, jardines como los de La Galera, sus bucólicos atardeceres, paseos en los que recorrer su arqueología, junto al Palacio de los Condes de la Roca y resto de edificaciones que la componen, algunas de ellas esperando a ser puestas en valor como el pabellón de autopsias del Hospital Militar o el gran aljibe,… son bien merecedores de una visita de varias horas.

 

Y lo son porque la mayor parte de la Alcazaba ha mantenido durante un milenio ese aire de esplendor de lo que debió ser el reino Taifa de Badajoz, sin que las sucesivas restauraciones a las que se ha visto sometida hayan modificado esa esencia, como si ha ocurrido con la mano del hombre en otros tantos monumentos de la ciudad.

 

La Alcazaba de Badajoz necesita de mucho respeto y dignidad en las operaciones quirúrgicas a las que se vea sometida de ahora en adelante: véase el tramo de lienzo de muralla por restaurar entre Capital y Carros, en su arqueología, en sus laderas, en todos los secretos y  tesoros que aun oculta y también en sus usos, pues un monumento de tal valor no puede servir como aparcamiento.

 

Con todo, el recinto debería tener un horario de visitas razonable y ser cerrado durante la madrugada para evitar los habituales actos vandálicos que sufre. Desde el consistorio están demorando esta decisión demasiado tiempo.

 

Hay que seguir avanzando para poner en valor las murallas que nunca debieron ser abiertas para extender la ciudad, hay que continuar con la peatonalización del casco antiguo, con la puesta en valor de edificios notables y fachadas que hagan del barrio un lugar de paseo agradable, y tantos detalles que hasta la fecha no se han mimado, pero hay que tener cuidado con la Alcazaba.

 

A la fortaleza islámica más grande de Europa le está esperando la catalogación de Patrimonio Mundial de la Humanidad, bien lo vale, pero un solo error en la toma de decisiones puede dar al traste con la última opción turística que presenta Badajoz.