OPINIÓN: La bandera de Badajoz en contra de la opinión de Pedro Cordero
Bandera de Badajoz y Miguel Calvo / Archivo 7Días
El diseño de bandera no tiene errores de base ni de altura. La vexilología no es una materia totalmente distinta a la heráldica, sino que tiene su fundamento en los principios de la heráldica, y hasta 1957 no se acuña por primera vez el término en inglés “vexillology”, por lo que el estudio de las banderas era parte de la heráldica, y por tanto influenciada por ella de forma significativa. Posteriormente esta ciencia ha ido especificando sus propias peculiaridades, incluso llegando a crearse un código de información de banderas como sugerencia en el diseño de una bandera, pero no como norma.
Pedro Cordero en sus últimas manifestaciones, vuelve a redundar en los errores que ha manifestado claramente en sus distintas opiniones e informes, sobre todo al proponer un escudo para la ciudad de Badajoz (recuérdese que propone un león de gules sobre un campo azur contraviniendo la norma de la contrariedad de los esmaltes). Parece que todo lo que no se ajuste a su opinión es calificado de “aberrante.” En la representación gráfica de los colores, el dorado se representa también como amarillo, por lo que da lo mismo decir que el león, en la bandera, es dorado o amarillo, es lo mismo. También dice que debería decirse de la columna que es una “columna con el fuste marmóreo…y la base y el capitel amarillo.” ¡Vaya!, casualmente, decir “fuste marmóreo” es propio de la heráldica, y decir base y capitel de oro es lo mismo que decir que se representa en color amarillo. Siguiendo su argumento, debería decir no marmórea sino blanca ¿no?, o ¿quizás de plata?
Por otro lado, dice que “querer adjudicarle al león dorado la simbología heráldica del felino del reino de León es otra aberración armera”. Vayamos por partes, ya que quizás Pedro Cordero aún no ha comprendido que el primero que usa el león en la primera mitad del siglo XII. (pasante y no rampante) como símbolo del reino de León es Alfonso VII el Emperador, y sí, era de oro (o amarillo si se quiere), por lo que el origen del león como símbolo del reino de León no corresponde a Alfonso IX sino a Alfonso VII, y aunque cierto es que cuando Alfonso IX conquista la ciudad le concede los símbolos heráldicos de su reino que por entonces era el león rampante de púrpura (morado), precisamente en el diseño de la bandera se ha preferido incorporar el león dorado (o amarillo) como primer color original del león en el reino de León, y no por ello deja de representar la dependencia realenga de Badajoz de dicho reino leones primero, y después de Castilla y León, y es lo que se ha querido representar como hito histórico en atención a la recomendación vexilológica referente a que el símbolo no induzca a error con otras banderas o escudos que lo vienen representando de púrpura (morado) o de gules (rojo), y a lo que se añade la recomendación del contraste entre los colores o esmaltes. No se donde está la aberración aquí. El león está coronado por su categoría de ciudad realenga desde su conquista por Alfonso IX, decir lo contrario es faltar a la verdad. No es discutible. La bandera de Badajoz aprobada es única y distinta de cualquier otra bandera.
La dependencia realenga de Badajoz del reino de león duró pocos meses ya que Alfonso IX fallece en septiembre camino de Santiago de Compostela y hereda el reino su hijo Fernando III el Santo de Castilla, que une ambos reinos, pero haciendo prevalecer la heráldica y color carmesí de su madre, Berenguela, sobre las de su padre Alfonso IX y el color blanco (o plata ya que en el escudo siempre el blanco es plata), por lo que se puede decir que a partir de la unión de los dos reinos Badajoz pasa a ser ciudad realenga dependiente desde entonces de la corona de Castilla-León y, por tanto, perfectamente justificado usar el color carmesí en la bandera propuesta y no tanto el blanco (o plata), y tal como afirma Juan José Sánchez Badiola “Es fácilmente constatable, no obstante, la extensión del carmesí como color distintivo de los pendones concejiles del realengo, que actuaban a un tiempo como enseñas municipales y regias, y ello de forma normalizada, sin que se deba necesariamente a una específica concesión regia en cada caso.” [1] Quedando clara la justificación en la elección del color carmesí para la bandera.
En lo que se refiere a las “cualidades” que, según Pedro Cordero, hay que tener en cuenta a la hora de diseñar un símbolo territorial (escudo o bandera) no habría nada que objetar, pero al entrar a juzgar la bandera aprobada dice que: “Tanto el león dorado, como las ondas, cortadas de plata, no pueden adscribirse a nuestra ciudad.” No sabia yo que no se podía representar al rio Guadiana con unas ondas de mar, o que el león dorado no podía representar el hito histórico de la conquista de la ciudad por Alfonso IX y su dependencia realenga, y si esto es así, ¿Qué hace un león en el escudo de Badajoz que precisamente adscribe dicho hito histórico? Sigue diciendo que “El león dorado induce a dudas.” No hay duda ninguna en representar el león en su tono dorado (o amarillo), mantiene su mismo significado histórico, independiente del color o esmalte, precisamente por lo que viene a representar en la composición general de la bandera y su justificación, cosa que no así en el caso de su propuesta de león de gules sobre campo azur en el escudo de la ciudad, y que Pedro Cordero viene manteniendo una y otra vez. Eso sí que induce a error y dudas. Ya lo dijo la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía en el año 2016 al afirmar que el “escudo (de Badajoz) que se usa actualmente no está autorizado legalmente. Tampoco está correctamente diseñado (incluyendo la propia corona).” A continuación, afirma que “Estas figuras (se refiere al león, la columna y las ondas) demuestran que no son propias de Badajoz ni del rio que la baña.” Perplejo ante tal afirmación. Si eso es así, insisto, ¿que representa entonces el león y la columna en el escudo como símbolos de la ciudad? Remata el argumentario diciendo que “Los colores y las figuras del proyecto carecen de personalidad contrastada.” La personalidad de la bandera propuesta está más que contrastada, consensuada y argumentada sin lugar a dudas.
Podría seguir desmontando tanta inconsistencia argumentativa pero no merece la pena porque, aquí de lo que se está hablando no es de que la bandera sea incorrecta (que no lo es a todas luces) o tenga errores (que tampoco los tiene ni de lejos), sino que estamos asistiendo a un último intento desesperado (inútil me atrevo a decir) de tirar por tierra el trabajo serio y profesional llevado a cabo por los miembros de la comisión de la bandera, independiente y sin influencias de ningún tipo. Si Pedro Cordero no estaba de acuerdo ¿Por qué no asistió a las reuniones a defender su propuesta de bandera? ¿Por qué no presento alegaciones a la misma? No nos engañemos, la bandera de Badajoz diseñada, consensuada y aprobada es totalmente correcta, ajustada a las normas heráldicas y a las sugerencias vexilológicas, y fundamentada histórica y simbólicamente en sus elementos, y una vez más, Pedro Cordero no es más que el último protagonista de un ataque continuo desde el principio por tumbar un símbolo necesario para la ciudad que ya era hora que tuviera.
Remata sus argumentos sin sentido diciendo que “Muchas más objeciones podría escribir sobre lo que se pretende. En cualquier caso, remitiré un informe pormenorizado a la Comisión de Gobierno Municipal.” ¿Acaso estas palabras no tienen un cierto tono amenazante? Esta en su derecho de presentar todos los informes que estime oportuno que no por ello su palabra será ex cátedra. Ya en mi libro Fundamentos para una normalización de los símbolos de la ciudad de Badajoz: Escudo y Bandera (que le sugiero lea detenidamente) quedó perfectamente aclarado y puesto de manifiesto lo incongruente del informe que presento en la propuesta de su modelo de bandera donde, diseñar una bandera heráldica basada en la heráldica de la ciudad que por sí misma es errónea, es igualmente errónea y no normaliza una simbología representativa necesaria para la ciudad.
En definitiva, llega tarde mal. Ya lo dijo él mismo al manifestar en su momento que “se trataría de crear una enseña de nuevo, por lo que conviene aprovechar la libertad que ofrece esta circunstancia para dotar a Badajoz de una bandera que la diferencie claramente de las demás.” La bandera de Badajoz es única y distinta de cualquier otra, bien fundamentada y diseñada y, en palabras del alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera “preciosa”. Por tanto, señor Cordero, llega usted tarde y mal.
[1] Sánchez Badiola, Juan José, Símbolos de España y de sus regiones y autonomías. Emblemática territorial española, Ed. Visión Libros, Madrid