3 Diciembre 2024
2 . 054 . 114 lectores

OPINIÓN: En plan, ¿cómo que los jóvenes hablamos mal?

OPINIÓN: “Los jóvenes hablamos mal”

 

Ahora es común oír constantemente que las personas pertenecientes a las generaciones más jóvenes hablamos mal. A ojos de algunas personas, nuestro vocabulario es, simplemente, diferente, cosa con la que no difiero. Sin embargo, para la mayoría de aquellos que nos superan en edad, nuestra forma de expresión es extraña, impactante y, me consta que puede llegar a ser caótica e impura.

 

Creo que no es discutible que las nuevas generaciones hablamos de manera diferente a nuestros antecesores, tanto padres como abuelos. Pero, ¿esto no ha sido precisamente así toda la vida? ¿Acaso no hay una barrera dialéctica también entre nuestros padres y sus progenitores?

 

Uno de los aspectos más criticados de la forma de expresión de los llamados ‘Millennials’ y ‘Generación Z’, es la utilización de modismos y léxico provenientes de otras lenguas, principalmente del inglés. Palabras como outfit, spoiler o influencer son, actualmente, imprescindibles en el vocabulario de cualquier joven español.

 

“¿No podéis hablar en español?”, es una frase que escucho bastante a menudo proveniente de personas más mayores. Pero, para sorpresa de ellos, defensores de ese “español puro” que tanto valoran, también incorporan, con total normalidad, en sus discursos del día a día palabras de origen inglés que hace años no existían en nuestra jerga.

 

¿Acaso las palabras, champú, fútbol, suéter, táper o sándwich no son utilizadas por nuestros padres y abuelos diariamente? Exactamente. Todas ellas fueron adoptadas del inglés y perfectamente incluidas en el idioma castellano. ¿Cuál es la diferencia? ¿Por qué tanto revuelo? ¿Y no es el español “puro” y “oficial” una mezcla de lenguas provenientes de pueblos que habitaron la Península durante siglos, como los latinos, bereberes, celtas o romaníes?

 

Las “muletillas” o palabras sin significado aparente que utilizamos muchas veces sin control los jóvenes, son también objeto de debate continuo. “Y dale con el ‘en plan’”. Pudiendo utilizar “es decir”, “más bien” o “en otras palabras”, optamos por expresiones más tendenciosas como el citado “en plan” u “o sea”. Esto, a mi parecer, además de ser modismos claramente contagiosos, son usados como una forma de economizar el lenguaje, hablar con más soltura e hilar frases y temas con mayor velocidad y fluidez.

 

Todo cambio o modificación en una lengua está determinado por la aparente necesidad de los hablantes. Debemos recordar que no son las personas que hablan una lengua las que deben adaptarse a esta, sino los que deben darle forma. El lenguaje lo crean los hablantes de este, no al revés.

 

Por lo tanto, esa forma “rara” y “nueva” de hablar tan nuestra no es más que el desarrollo natural que todas las lenguas sufren. El español que conocemos hoy en día no ha sido así toda la vida y, por mucho que le pese a algunas personas, seguirá mutando.