8 Septiembre 2024
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OPINIÓN: Un presidente que busca la guerra

OPINIÓN: Un presidente que busca la guerra

 

Después del bochornoso espectáculo al que asistimos del tan ansiado cara a cara del presidente Sánchez con el líder de la oposición Alberto Núñez Feijóo, donde vimos a un líder político tan fuera de sí solo con verle las expresiones y gestos en sus facciones, parece que le ha quedado claro que tenía razón Feijóo; con aquello de que un solo debate televisado es más que suficiente, y después de haber quedado ante los españoles tan mal con su política de reproche y “tú más”. Después esa muletilla adoptada del “dígaselo a Fernández Vara” tan sinsentido. Claro que él no se lo podría decir a Vara, ya que suspendió el encuentro que tenía previsto en nuestra región. Quizás aceptando por adelantado la derrota, quien sabe, o tal vez como “castigo” a los Extremeños por el poco arropamiento electoral en las urnas municipales y autonómicas. Ya nos castigó con poner la fecha de las nuevas elecciones un 23 de julio para fastidiar al indeciso votante tan osado que tiñó de azul el mapa de España.

 

Bien es cierto que yo eché de menos un Sánchez con más verborrea para convencer, y sobre todo ese baile de números que siempre pregona en cuanto a los millones que destinará a esto o a lo otro. ¡Qué facilidad tienen algunos para pregonar el despilfarro al modo “rey Melchor”, con esa lluvia de millones que tarde o temprano, tenemos con sudor que solventar triplicando dicha deuda con Bruselas! Con razón y acierto le dijo Feijóo que pasará a la historia como el presidente que más nos endeudó en este absurdo “Cofidís”.

 

De momento (Dios mediante), están convocados nuevamente todos los líderes de los principales partidos para debatir, y ojalá sea así, los problemas e insuficiencias que padece la nación. Inicialmente, están convocadas solamente las tres principales fuerzas políticas este jueves 13 y, posteriormente, ese otro de los siete representantes. Ambos debates serán retransmitidos desde la televisión pública, debido a esas críticas que se han lanzado desde distintas filas, de que un asunto tan serio y que repercute a todos no puede comercializarse con largas emisiones publicitarias, disponiendo de una televisión que pagamos todos.

 

Yo, a título personal, lo que no estoy dispuesto a pasar por alto en el pésimo mandato del Sr. Sánchez, han sido dos cosas para mí fundamentales, a la vez que imperdonables: el haberse tomado tan calmado el asunto de la pandemia del coronavirus, donde mucho antes de haber llegado el brote a nuestro país, y ya conocedores de la expansión del virus por los países de oriente, con toda impunidad y parsimonia no ordenara el cierre de los aeropuertos, que eran las principales vías de contagio de visitantes ya portadores de China. Estaban en riesgo muchas vidas y a pesar de todo no se tomaron medidas y protocolos de actuación acertadas, haciendo una labor casi intuitiva frente a este poderoso enemigo micobacteriano. A pesar de ello, si refrescamos la memoria, veremos cómo se cobraron la vida de mucha gente, sobre todo en geriátricos y hospitales. Algunos, por desgracia, no tienen necesidad de refrescar dicha memoria. En fin…

 

Estimo que con toda probabilidad muchos de los electores de los recientes partidos, como VOX y Unidas Podemos (ahora Sumar), se inclinarán en la balanza para destronar al Sr. Sánchez y otorgando el voto racional a la derecha sensata y no ultra que quiere barrer con los derechos fundamentales.

 

Y no…; no me he olvidado de la otra cuestión imperdonable al Sr. Sánchez. Y es esta actitud de hermano menor envalentonado con su hermano mayor (Estados Unidos), en la que ante la prudencia que están postulándose entre otros mandatarios europeos, él parece querer abanderar la contienda con Rusia y ese envío de arsenal que enviamos a Ucrania, como quien manda ayuda humanitaria a países en vías de desarrollo, y se decanta por la guerra de esta manera tan cruel. A día de hoy, creo que nuestra posición ante esta irracional guerra de intereses, nos llevará a un conflicto bélico del que será imposible de salir tan solo por la vía diplomática. Y es que yo, que soy consciente de la tiranía ejercida por Rusia a los ucranianos con el sistemático bombardeo en escuelas y hospitales, no me termina de entrar este pildorón llamado Zelenski, que trata a toda costa de filtrar este caballo de troya de la desgracia y la pena, para implicar a toda Europa (OTAN), en una contienda ajena, pues ni forma parte de los países de la Unión, ni parece que trate de entrar de momento, a pesar del apoyo incondicional que le muestra John Biden, diciendo que “entiende su frustración con Europa”.

 

Permítanme tener mi propio criterio visual (que pocas veces falla), y este señor que en otro tiempo se dedicó a entretener,  ahora parece decantarse como líder y dictador pasivo de Europa, donde ya avistamos cómo es tratado por las naciones donde pasa revista. Pues, para mí, este líder guerrillero aclamado por algunos como un héroe, porque vista de caqui militar (sin conocer cómo es la primera fila en la batalla), y ponga esa rudeza al hablar de hombre duro, deja todavía muchas dudas en el aire.

 

Y es que este apoyo incondicional siempre es por motivos de interés, desde que existen las guerras. Si no, ¿por qué no hemos sido igual de humanitarios con otras contiendas de otros países a lo largo de los años? Antes se decía coloquialmente: “Esta guerra no es mía”. Ahora parece que sí atañe a todos, por ese respaldo sin fisura en el envío de armamento por parte de los países de la Unión Europea. Yo me quedo boquiabierto cuando oigo las declaraciones de Margarita Robles hablar de la entrega de armamento bélico, en vez de pastitas de almendras que elabora ella tan ricamente en el horno de su casa. De igual modo, hemos sabido por el presidente Sánchez de la mayor entrega hasta ahora a Ucrania de 200 toneladas más de material militar al Señor inconformista, que a pesar del esfuerzo que aúnan los países de la Unión, siempre pide más y más, dejando claro quién sobrevuela el gobierno de Europa.