Homenaje a Ángel Suárez Gómez

El lunes pasado enterramos a un hombre. Un hombre con nombre y dos apellidos: Ángel Suárez Gómez, que, excepto sus allegados, pocos sabrán la grandeza humana que guardaba. Pero "Por sus frutos los conoceréis", dice el Evangelio de Mateo (7.16--20). Fue el creador del Licor de Bellota. Elijo la palabra creador y no inventor porque inventar me trae recuerdos de magia y, sin embargo, crear significa trabajo, esfuerzo y la sabiduría de la profesión hasta alcanzar la excelencia deseada.

Fue un buen hombre y los que lo conocimos bien podemos dar fe de ello. Entre otras cualidades destacar la de trabajador incansable, la sabiduría innata de "los listos" y la ilusión por crecer, prosperar y dejar abierto un camino para generaciones posteriores. En el orden más personal, destacar su generosidad, la confianza ciega en las personas que se la merecían y el tratar a todos siempre por derecho, a cara descubierta y con la verdad por delante. Con todo ello se ganó el aprecio y el cariño de todos los que trabajaron junto a él y que hoy lamentan su pérdida.

¡Descansa por fin tranquilo Ángel, que te lo tienes bien merecido!