Jamás debiste irte

Esta es la frase más repetida en el día de hoy, preguntes a cualquier efectivo que preguntes del cuerpo de Bomberos de Badajoz. Juan Carlos Mordillo, bombero de profesión y uno de los buenos, fallecía tras una larga enfermedad.

Sus compañeros lo recuerdan con cariño en las redes sociales con multitud de mensajes que no curan la herida que permanece abierta tras su injusta marcha. Era un buen hombre y un gran profesional. Meses atrás había pedido una permuta a otro parque del SEPEI en la provincia de Cáceres para estar junto a su Familia.

Es realmente triste para todos aquellos que lo conocíamos. Duro como una roca, siempre fiel y dispuesto para sus compañeros, aquellos que lo recuerdan como B-51. Y esto último es algo más, mucho más que unas siglas ganadas con el máximo de los esfuerzos y sacrificios.

Sus compañeros lo homenajeaban a la vez que guardaban un minuto de silencio a las puertas del parque esta misma mañana para despedirlo.

Una sentida condolencia en el aire dándole valor a todo lo que trabajaste por hacer el bien, siempre a favor de la ciudadanía como único objetivo latente.

Descansa en paz allá donde estés, Juan Carlos.