24 horas sin noticias desde Proserpina

Eran las cinco de la tarde de ayer sábado, último día de julio, cuando el embalse de Proserpina enmudecía ante la desaparición de uno de los bañistas que habían decidido ir a pasar el día a esta zona natural de baño muy frecuentada por emeritenses y otros lugareños.

Hacer uso de una barca recreativa e introducirse en el agua con ella, darse un chapuzón y desaparecer. Hasta el desenlace parece una actividad normal, pero desaparecer en un embalse o río es más común de lo que parece.

No es la primera vez, de hecho ha ocurrido muchas, en que a personas se las tragan las aguas en Extremadura y ello puede venir derivado por múltiples motivos. Lo que parecía un día normal puede convertirse en tragedia si no se extreman precauciones.

Y así fue. En el momento en que familiares y amigos no vieron salir a su allegado dieron la voz de alarma y hasta ahora. 24 horas (con la excepción de la madrugada) de intensa búsqueda que no ha podido dar sus frutos.

El extenso dispositivo desplegado en las orillas del embalse ha cerrado esta jornada de domingo sin poder ofrecer la noticia de la aparición de esta persona, alargando la agonía.

Durante este domingo, primero de agosto, han trabajado 50 efectivos entre Cruz Roja, Guardia Civil, Bomberos, Ejército de Tierra, y sanitarios del 112. En una jornada en que el Ayuntamiento de Mérida cerraba el entorno natural a los bañistas para facilitar las labores de localización y rescate.