3.400 hectáreas quemadas y más de 5.000 desalojados en el incendio de Gran Canaria
19 de Agosto de 2019
Las condiciones meteorológicas favorecían que el fuego volviera a Gran Canaria: temperaturas rozando los 40 grados, menos de un 30 por ciento de humedad y rachas de viento de más de 50 kilómetros por hora. Con estas condiciones era muy difícil contener el incendio que comenzó el sábado y continúa descontrolado.
Es el tercer fuego en menos de una semana en un territorio devastado por el fuego. Las llamas, de hasta 50 metros, han arrasado más de 3.400 hectáreas y han llegado al Parque Natural de Pinar de Tamadaba, un paraje de alto valor ecológico declarado reserva de la biosfera y que podría tardar hasta 12 ó 13 años en recuperarse.
El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, reconoció este domingo la incapacidad para estabilizarlo antes de que entrara en el parque natural, aunque lo prioritario fue en todo momento no poner en peligro vidas humanas. “Será muy difícil que no llegue al pinar de Tamadaba y eso nos afecta anímicamente”, dijo.
La llegada de las llamas al parque coincidió con el envío de otros tres hidroaviones de Defensa que se sumarán a la decena de medios aéreos que trabajan en el lugar y a los entre 600 y 700 profesionales que luchan por turnos contra el fuego desde tierra.
Además la orografía del terreno complica la extinción: “hay barrancos muy estrechos, de difícil acceso, que conducen y extienden el fuego. En la zona afectada por el fuego hay muchos árboles, cuyas copas se están quemando, lo que hace difícil controlarlo”, ha destacado Torres.
El Gobierno canario ha evacuado a más de 5.000 personas de casi 50 núcleos poblacionales. A esta cifra habría que sumar parte de la población de Valleseco, municipio de 3.784 habitantes, cuyo casco urbano tuvo que ser desalojado anoche. Es un incendio “muy virulento”, “no está contenido, ni mucho menos estabilizado ni controlado” y ya ha producido “un desastre” medioambiental, declaró el presidente de Canarias.
Dos flancos activos
El fuego mantiene dos flancos activos, pero es la cabecera del fuego la más agresiva y la que se dirige hacia el Parque Natural de Tamadaba, adonde ayer ya había llegado una lengua de fuego en la zona de los barrios de Las Cuevas y Coruña, en Artenara.
Para atender a los evacuados, la Delegación del Gobierno en Canarias ha solicitado a Cruz Roja que traslade entre 400 y 600 camas a Gran Canaria para que puedan ser utilizadas por los vecinos desalojados. Los evacuados por el incendio están siendo alojados en polideportivos como los de San Mateo y Moya.
La Delegación del Gobierno en Canarias ha pedido que se active el convenio que regula la colaboración para este tipo de emergencias entre el Ministerio del Interior y la Cruz Roja.
La Guardia Civil también ayudó a propietarios de animales de labranza a proteger su ganado para evitar su muerte por el humo. Las dimensiones del humo están complicando la extinción desde el aire. El piloto de hidroaviones Javier Gimeno explicó que los hidroaviones cargan en el Puerto de Las Palmas y echan el agua en la cumbre para que los medios de tierra puedan llegar. La maniobra de carga en el mar es muy delicada. “Requiere precisión y concentración. Estamos hablando de meter un avión en un medio extraño como es el agua y hay embarcaciones de recreo que nos ponen en una situación muy comprometida”.
¿Intencionado?
Gran Canarias no descarta que el fuego haya sido provocado, aunque no haya pruebas oficiales, según reconoció el presidente grancanario, Antonio Morales. Es el tercero en una semana. El primero, que fue controlado el jueves, arrasó 1.500 hectáreas. Otro en Cazadores, de 130 hectáreas.
Noticias relacionadas
Comenta esta noticia
A Fondo