50 años después, la infancia en España sigue necesitando protección

Aldeas Infantiles SOS ha celebrado sus cincuenta años de trabajo en España, cinco décadas dedicadas a proporcionar un hogar a aquellos niños que no pueden tenerlo y a fortalecer a las familias vulnerables para que puedan cuidar adecuadamente de sus hijos. Sólo en el último año, la organización atendió a 25.559 niños y jóvenes. Su reto para 2020 es lograr que 35.000 niños crezcan en un ambiente familiar protector.

Sin embargo, según manifiesta Pedro Puig, presidente de Aldeas Infantiles SOS de España, “50 años después, la infancia sigue necesitando protección en nuestro país; somos la duodécima economía del mundo y, sin embargo, ocupamos el quinto lugar en Europa en pobreza infantil, sólo por detrás de Rumanía, Bulgaria, Grecia y Hungría”.

La organización recuerda que actualmente en España uno de cada tres niños está en riesgo de pobreza o exclusión social. Cada día 37 niños son víctimas del maltrato infantil en el ámbito familiar, más de 13.800 menores al año. Sumado a que más del 40% de los jóvenes está en el paro.

Para hacer frente a esta situación, Aldeas Infantiles SOS, junto a las 60 ONGs que integran la Plataforma de Infancia, demanda un Pacto de Estado por la Infancia que reduzca la pobreza y la exclusión infantil y evite situaciones de vulnerabilidad en los hogares de rentas más bajas, cualquiera que sea la coyuntura económica. “Los niños son los sufridores silenciosos de la crisis y nuestro deber es defender sus derechos”, asegura Pedro Puig.

La organización solicita, entre otras medidas, el aumento progresivo de la partida del PIB dedicada a la infancia hasta el 2,3% de la media europea; el incremento de la prestación por hijo a cargo hasta llegar a los 1.200 euros anuales al final de la legislatura; o la creación de un fondo social de reserva que garantice la inversión en la infancia.

6 MEDIDAS CONCRETAS

Presupuestos específicos que garanticen el cumplimiento de la Ley de Protección Jurídica del Menor, aprobada en 2015. Apostar por el acogimiento familiar como modelo de cuidado alternativo mediante el desarrollo legislativo de la Ley del Menor en aquellas comunidades que así lo precisen. La no separación de hermanos. Incrementar el apoyo y el acompañamiento a los jóvenes cuando abandonan el sistema de protección. Desarrollar un sistema de prevención que detecte las necesidades de las familias en situación de vulnerabilidad y destine mayores recursos para atenderlas. Una ley integral que combata la violencia contra los niños.