Ángel Sastre, volcado en contar la verdad sobre la inmigración

Ángel Sastre, periodista extremeño natural de Don Benito, nacido en 1980, es uno de los galardonados con la Medalla de Extremadura.

Tendrá que dejar por unos días la profesión que tanto le apasiona, y la cual lleva ejerciendo desde hace 17 años, para recoger el galardón que el Ayuntamiento de Don Benito pidió para él. En la actualidad se encuentra en Níger, un país africano colindante con Nigeria y Libia, desde donde cuenta al resto del mundo porqué existe la inmigración e intenta concienciar a la sociedad de los problemas que sufren los ciudadanos de este continente.

¿Dónde estudiaste y cuáles fueron tus pasos hasta dedicarte a este tipo de periodismo?

Yo estudié primero filosofía, pero sabía que quería dedicarme al periodismo. Por eso, después estudié esa carrera y empecé enseguida a hacer prácticas en Onda Cero, Localia o Antena 3.

Después surgió la posibilidad de tomar el mundo del free lance y me fui a Londres con una beca del máster de periodismo internacional que estaba estudiando en la Complutense, la cual nunca llegó. Aun así, fue toda una aventura y me quedé de corresponsal en esta ciudad para Antena 3.

Luego me fui a Argentina, también con una beca como corresponsal. Fue ahí cuando comencé a recorrer toda América, siempre buscando los conflictos, el tema social, etc. Y hasta hace 6 o 7 años no me especialicé en zonas de guerra.

Hablas del periodismo en zonas de guerra, ¿por qué escogiste este periodismo y no otro?

Porque empecé a estudiar periodismo por eso. No sé si por la influencia de Tintín o alguna película que vi de pequeño, lo que tenía claro es que quería hacer esto. Es un sueño que a veces duele, pero me siento afortunado porque somos pocos los que nos podemos dedicar a esto.

¿Qué países te ha dejado conocer tu profesión?

Todo el mundo prácticamente. África era mi asignatura pendiente, y es aquí donde me encuentro ahora. En Asia también he trabajado y América Latina es mi especialidad.

¿Actualmente en qué estás inmerso?

Estoy en Níger, intentando explicar por qué la gente va a España en patera. Quiero que el mundo conozca que la pobreza extrema que existe aquí obliga a sus ciudadanos a tener que escapar de estas fronteras.

¿Crees que la llegada de inmigrantes a España o países europeos está provocando un movimiento racista?

Yo creo que la ignorancia mata y les pediría a los españoles que muestren más atención de lo que pasa más allá de sus fronteras. Estos inmigrantes no van a dejar de venir, sus conflictos están emergiendo. A esta gente no le puedes pedir que no busquen una vida mejor.

La mayoría acaban torturados o violados en Argelia. En las televisiones de nuestras casas prácticamente solo vemos los que llegan a las costas españolas, pero la mayoría de las veces acaban muertos en el Mediterráneo o en el desierto.

Ese origen es el que debemos entender. No pido que adopten a gente o donen dinero, sino que se conciencien, porque es el comienzo. Vamos a mirar más allá de nuestras ciudades. Me gustaría que sintiéramos empatía porque esta gente realmente se lo merece.

¿Crees que el problema de la inmigración debería ser abordado por la Unión Europea y no por países individualmente?

Lo cierto es que no hay muchas opciones. Lo ideal sería intentar cortar el origen. Si el país está mal la gente se va. La gente debe saber que los Estados dan dinero a Libia para que las autoridades no les dejen pasar. Utilizan métodos violentos para que esta gente no cruce las fronteras.

La otra opción es que sean acogidos por Europa, porque están llegando todos a Grecia o Italia, y es normal que sus ciudadanos se asusten. Creo que debería estar todo consensuado y organizado. Si no puedes cortar el origen, lo único que puedes hacer es intentar ser lo más solidario posible.

Fuiste secuestrado por el Frente Al Nusra, la filial de Al Qaeda, junto a otros dos periodistas en 2015. ¿Cómo se viven diez meses de secuestro?

Se vive… No pienso mucho en ello. Estoy más volcado en sacar lo que pasa aquí. Realmente no soy más importante que las personas que viven allí.

¿Qué quieres que te diga? ¿Qué se vive fatal? ¿Qué nos daban ataques de pánico? ¿Qué casi nos matan? Se vive de forma angustiosa, te deja traumas psicológicos y físicos de los que aún me estoy recuperando, secuelas graves… En resumen, con una incertidumbre día tras día de no saber si te ibas a levantar a la mañana siguiente.

Pero esto no es más que un pequeño grano de lo que pasa allí. Cientos de personas son violadas y secuestradas cada día. Me pasó a mí, y eso se visualizó en muchos países, pero realmente es lo que ocurre día tras día, y eso apenas sale.

Tras esta terrible experiencia, ¿te planteaste por un momento dejar la profesión, o al menos, alejarte de los conflictos bélicos?

Me lo planteo cada día, pero no creo que supiera hacer otra cosa. Como te he dicho, yo nací para dedicarme a esto, y lo que intento hacer cada día es mejorar y aprender un poquito más.

Esta será la peor, pero imagino que hay otras experiencias que te han marcado.

Por supuesto. Para mí el peor castigo es no ver tu trabajo publicado, llegar y que las historias no tengan la importancia que tú quieres. No estoy muy centrado en mis experiencias o por lo que me pase a mí. Diría más bien que estoy preocupado porque esta gente tenga espacio en los medios españoles y se sepa su realidad.

Imagino que tras recorrer medio mundo, habrás conocido a miles de personas así como sus historias, ¿hay alguna que se te haya quedado grabada?

Mil. No podría ni igualarte una. Lloro todos los días, me enfurezco, grito, río… Hay muchas historias. Yo me mimetizo en el lugar. Me enamoro y lloro, me meto hasta dentro.

Intento saber de ellos, cómo viven, que les gusta, qué no les gusta, a qué temen… todo, y eso me hace sentirme uno más.

Hoy conocí tres historias, mañana otras tantas… pero no podría igualarte una porque todas son especiales.

¿En qué país o países te ha resultado más difícil ejercer tu profesión?

Siria, sin duda.

¿Cuando vuelves a tu tierra qué es lo que más te gusta hacer?

Tomar cañas y comer jamón.

¿A quién le dedicarás la Medalla de Extremadura que se te otorgará el próximo 7 de septiembre? ¿Habrá discurso?

Por la vena extremeña se la dedicaré a mi madre y a mi abuela.

Y sí, por supuesto que habrá discurso. Lo voy a dividir primero en agradecimientos, después, por la parte que me toca, el mérito hacia mi trabajo. Aquí comentaré los valores que creo que me reconocen. Y por último, la parte del orgullo extremeño.