Asaja denuncia que agricultores y ganaderos perderán un 34,2% de ayudas europeas
28 de Octubre de 2020
El presidente de Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, ha alertado de que los agricultores y ganaderos extremeños perderán un 34,2% de las ayudas europeas de la nueva PAC “por seguir trabajando en el campo de la misma manera”.
García Blanco ha recordado que la pasada semana los ministros de Agricultura de la Unión Europea llegaron a un acuerdo sobre la nueva política Agrícola Común para el periodo 2021-207.
Esta nueva PAC, que entrará en vigor realmente en 2023, cuenta con varios cambios respecto a la actual y contempla la introducción de Planes Estratégicos Nacionales por parte de cada Estado, en la que hay que fijar objetivos y compromisos a nivel europeo de cuestiones, por ejemplo y principalmente, como la lucha contra el cambio climático.
En este sentido, García Blanco subraya que precisamente se ha demostrado durante la pandemia que los agricultores son más fijadores de la huella de carbono que contaminantes, como se les acusa, “pero los torpes políticos y los burócratas de Bruselas siguen erre que erre”.
Esta nueva política tiene un presupuesto total de 390.000 millones para el periodo, de los que a España vendrán en torno a los 47.500 millones, esto es, “la misma cantidad que veníamos recibiendo, sin tener en cuenta la posible inflación”, recalca el presidente de Asaja Extremadura.
García Blanco lamenta que las decisiones sobre las ayudas en nuestro país que llegarán de Europa con la nueva PAC, si no hay grandes distorsiones, “dependerá de la voluntad política del dúo Pedro Sánchez – Pablo Iglesias” y todo hace indicar que a nuestra región vendrán bastantes menos cantidades que en la actualidad y que pueden resultar perjudiciales para algunos sectores en concreto y, sobre todo, con unas exigencias abusivas para poder cobrarlos.
Los agricultores extremeños hasta la fecha venían cobrando en concepto de Pago Básico aproximadamente 256 millones de euros por los derechos asignados a las diferentes regiones agronómicas.
Esto se completaba por el cumplimiento de determinadas exigencias medioambientales, como la rotación de cultivos, mantenimiento de pastos, etc., el denominado pago verde o greening con otros 134 millones, lo que hacía que Extremadura en ayudas directas recibiese en torno a 390 millones.
De esta manera, Ángel García Blanco ha denunciado que con la ratificación del ministro español de Agricultura, Luis Planas, “los agricultores extremeños dejarán no sólo de percibir el Pago Verde sino que además si quieren cobrar el Pago Básico tendrán que cumplir a través de la mal llamada “condicionalidad reforzada”, todas las exigencias del mal llamado GREENING. Esto es, perderemos un 34,2% de las ayudas por seguir habiendo lo mismo”.
El presidente de Asaja Extremadura también acusa a los responsables políticos, tanto del Gobierno Central como de la Junta de Extremadura, de intentar engañar al sector agrario “diciendo que se van a establecer nuevas estrategias para poder seguir cobrando poco más o menos lo mismo, pero lo que no explican es que hay unas nuevas exigencias a través de los denominados eco- esquemas, unos programas “secretos “a los que nadie tiene acceso a su contenido”.
Asaja Extremadura ha podido constatar que esas nuevas exigencias van en línea de, por ejemplo, disminuir el número de vacas por explotación “ya que, al parecer, son las responsables del cambio climático, que si hay dejar de fertilizar las tierras, que si incorporar restos de poda, que si hacer pellet, en fin, una amalgama de propuestas ecologistas que van a hacer disminuir las producciones y aumentar los gastos de los agricultores y ganaderos extremeños”.
Ángel García Calle también considera que la nueva PAC va a favorecer las importaciones masivas de terceros países con productos fuera de control y con menos exigencias sanitarias que los de la unión europea.
Y una cuestión novedosa, que Asaja Extremadura va a denunciar. Se regula la figura del “agricultor genuino”, en sustitución del “agricultor activo” que, “para colmo de la locura”, va a poder cobrar ayudas sin ejercer la actividad agraria, esto es, “el denominado agricultor de sofá cobrará por cuidar de los pajaritos, ya no se le va a exigir unos ingresos por venta de productos, y sólo se va a evaluar que los ingresos de la PAC representarán un porcentaje de sus ingresos totales”.
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