Badajoz deja atrás 2017 con un sinfín de enigmas por resolver

Sin duda alguna, el que dejamos atrás ha sido el año más convulso de las últimas décadas en Badajoz en lo que a actualidad política se refiere.

Una multitud de problemas que han surgido “de la nada”, a pesar de que cientos o miles de pacenses sabían de la existencia de algunos de ellos, sobre todo, los que se encuentran implicados en alguno o varios.

7Días ha venido informando a lo largo de 2017, algunas ocasiones en exclusiva y otras haciéndonos eco de terceros, de temas que han dado de sí informativamente durante meses, y sobre los que aún planean en el aire muchos interrogantes:

Abría el serial la presunta trama corrupta de los accidentes de tráfico contra el patrimonio en Badajoz. Denunciada por un pacense a título personal, en ella, aparecían repetidamente nombres, matrículas, cuantías, vehículos,… un variopinto crisol de coincidencias del que a buen seguro aún quedan datos por conocer.

Casi sin tiempo para digerir, 7Días lanzaba también en exclusiva los cobros irregulares en la celebración de Almossassa. La denuncia de una ex vendedora en el mercado que cada año es colocado en la Plaza Alta, hacía saltar las alarmas. Escasas explicaciones dadas, salvo que pudo comprobarse el cobro por duplicado de cantidades de las que se desconoce su destino.

De manera simultánea y fruto de la convulsa actividad en el Palacio Municipal conocíamos los incumplimientos por parte del equipo de Gobierno de Fragoso de la práctica totalidad en los puntos de investidura que le colocaron como alcalde.

Uno de ellos fue el incumplimiento en rebajar gastos superfluos que pagamos todos los pacenses como son los cargos de confianza. Problemática que lejos de resolverse, mantienen, importando poco o nada lo que los pacenses puedan opinar a este respecto.

La enorme deuda de IFEBA y cómo se gestiona el dinero de la institución también es uno de los temas de los que queda mucho por conocer.

También sin tiempo para digerir llegaba la denuncia socialista sobre presuntos cobros irregulares en las pedanías pacenses extendidos durante lustros, importantes cantidades de dinero negro cobradas a cambio de poder realizar actividades comerciales. Este hecho se cobró la destitución de uno de los alcaldes pedáneos, asunto del que también quedan importantes datos por saber.

Un tema que no ha dejado de sonar es El Campillo, algunas asociaciones y plataformas denunciaban la intención del Ayuntamiento de querer llevar a cabo una especulación urbanística para dar un pelotazo económico. Tras ser modificado en varias ocasiones, se trata de un proyecto enquistado para recuperar una zona que dependiendo de los intereses será remodelada bajo unos criterios u otros.

Todo ello alcanzaba su cenit cuando desde distintos puntos era tocado el problema urbanístico existente con la finca ‘Los Rostros’. Una sentencia obliga a derribar las casas construidas de manera ilegal, derribos para los que sus propietarios ya entregaron en suma millonarias cantidades de las que no se sabe nada, pues el equipo de Gobierno aún no ha procedido a los mencionados derribos.

A su vez, todo lo anterior se veía envuelto en un clima de difamaciones, acusaciones, detenciones, odio, mentiras, misterios, más propio de una novela de Agatha Christie. Con temas que también sonaron pero que están pendientes de ser tratados como la supuesta Red Clientelar existente en la ciudad, el aumento de la conflictividad social en algunas barriadas íntimamente ligada a su dejadez durante décadas, y la pésima restauración que se hace del patrimonio pacense.

Este aire irrespirable que angustiaba a algunos en el Campo de San Juan quedó momentáneamente paralizado con la maniobra que se produjo en Ciudadanos. El partido en la ciudad se rompería en dos pasando Luís García Borruel como concejal no adscrito y siendo Julia la que cogería el Timón del partido.

Una nueva alianza política surgía en el seno del consistorio para abortar la anunciada y fallida moción de censura socialista consistente en desalojar al Partido Popular de la alcaldía tras 22 años de Gobierno.

Lo que queda de todo ello son varios actos de conciliación entre políticos, ciudadanos a título personal, empresarios,… que se vienen celebrando durante los últimos meses.

2018 será un buen año para dar respuesta informativa a multitud de interrogantes que los pacenses se hacen, sobre todo a la cuestión ¿en qué han quedado todos estos temas? que interesaron e interesan de manera sobresaliente a la ciudad.