El equipo de los empates tiene casi imposible salvarse

No hay manera. Otro empate del CD Badajoz -el decimotercero de la temporada- ante el Getafe B que no le sirve para nada y casi finaliza su paso por Segunda RFEF.

El partido iniciaba con ocasión tempranera para los visitantes, aunque rápidamente sucederían varias jugadas en favor de los locales, una de ellas muy clara con un disparo de Sandro Toscano que se marchó por encima de los palos.

La igualdad era notable. Eso sí, la intensidad con la que empezó el choque se disipó minuto a minuto. Algunas ocasiones más metieron presión al conjunto madrileño, muy sólido atrás, que jugaba el balón sin fortuna ni llegadas claras.

El protagonista sin duda fue el árbitro. Los continuos parones entorpecieron el juego constantemente y los futbolistas protestaron mucho sus decisiones. La grada del Nuevo Vivero también pitó por ello.

La primera parte no dio para mucho y se decidiría todo en la segunda, que iniciaba con Álex Alegría pudiendo dejar dos golazos: uno de los disparos tocó el larguero y el otro lo rozó. Se venían arriba los de Luis Oliver y un minuto después una jugada entre Toni Jou, Toscano y Grima llevaba al éxtasis a la grada con un tiro que frenaba el lateral de la red.

En el 55’ llegaba la sorpresa. El técnico blanquinegro decidía sacar a Carlos Cordero del campo para introducir a Santi Moar, un hombre con gol -al menos lo que dice su trayectoria- que debutaba con el Badajoz para dar frescura e intentar salir del descenso.

Después de otras llegadas con menos peligro de los locales, una falta lateral a favor del Getafe obligaba a emplearse a fondo a Narváez. Sin embargo, tres minutos más tarde nada podía hacer por evitar el gol de Santi García luego de un error más de sus compañeros.

Parecía que el CD Badajoz estaba dejando ir voluntariamente su oportunidad de salvación. De hecho, el público comenzaba a irse del estadio aun sin terminar el tiempo reglamentario y los que quedaban aprovechaban para pitar y gritar contra la propiedad, pero un gol en el descuento de Toni Jou daba esperanzas a los pacenses.

La pena es que no quedaba tiempo y con un empate en el marcador -el cuarto en cinco jornadas- finalizaba el partido dando casi por imposible jugar el año siguiente en la misma categoría.

Quedan por delante 15 puntos y los blanquinegros están a 7 del Cacereño, que marca la permanencia. Solo un milagro con victorias por su parte y derrotas de sus rivales podrían hacer que no descendiera.