Carmela Caramela, de la construcción a la costura
5 de Diciembre de 2018
Nació en Casas de Don Pedro (Badajoz), estudió Arquitectura Técnica en Cáceres, trabajó como jefa de obra durante 10 años en Badajoz, aprendió diseño en Madrid, se llama Carmen Flores Barranquero, pero firma como Carmela Caramela y no construye edificios: diseña moda. Moda sostenible inspirada en Extremadura.
En 2015, "después de 10 años trabajando haciendo edificios de viviendas y en plena crisis de la construcción, vi que mi alma me pedía otro tipo de vida más relajada y creativa".
Afirma que su ropa es “sostenible diseñada y realizada de forma artesanal e íntegramente en Extremadura”.
Afirma que la inquietud por el arte, el diseño y la moda ha estado siempre presente en su vida. "Recuerdo que de pequeña siempre jugaba a hacer vestidos a mis muñecas con los retales que encontraba por casa y mi madre me daba, y eso me encantaba".
Piensa que es posible otra forma de hacer moda, “alejada de la fast fashion y las tendencias que marcan las grandes compañías”. Apuesta por una fórmula más ética y sostenible, donde la calidad, el diseño, las condiciones laborales justas y la producción local sean los pilares en los que se base su nuevo proyecto.
"Tengo claro que quiero producir en mi tierra. Es aquí donde he nacido y donde me he criado, y es aquí donde quiero echar raíces, y por supuesto quiero hacerlo en las condiciones laborales que cualquier ser humano se merece. No podemos consentir que el consumismo occidental se apodere de vidas en otros países".
Su ropa es exclusiva y la producción es limitada ya que los estampados están realizados por ella misma y por Carlos, su marido, fotógrafo de profesión que junto a ella se ha embarcado en el mundo del diseño. Sus prendas van dirigidas “a un público que valora calidad y exclusividad. Es ropa de diseño, atrevida y cómoda, para usarse cada día y también en ocasiones especiales, porque somos atrevidos y nos encanta vestir diferente. Reflejamos un poquito de nosotros en cada creación y así nuestro corazón está en todas las prendas y en cada uno de los diseños que hacemos".
Sus dos primeras colecciones están inspiradas en Extremadura, en su comarca y pueblo. En sus recuerdos de la niñez y no tan niñez. "Es lo que mejor conozco pues soy de allí, y aunque llevo años viviendo en Badajoz, cada vez que puedo me escapo al pueblo a ver a mi familia y a disfrutar de aquel entorno. Soy una enamorada de mi tierra y de mis raíces, y La Siberia tiene mucho donde inspirarse."
La diseñadora presentará su segunda colección los días 21 y 22 de diciembre en un mercadillo solidario que organiza la panadería Pancontigo donde la diseñadora compartirá espacio con otras marcas de la región.
"Me gusta que mis clientas vean la ropa, la toquen y se la prueben, pues todo gana más cuando lo tienes en tus manos".
Carmela Caramela debutó en mayo del 2017 y ha participado en Pop Up Stores para darse a conocer en Madrid y Málaga. En Badajoz realizó un showroom en La Chimenea Art en junio del 2017, y actualmente la venta la realiza principalmente a través de internet en su tienda online. "No obstante mi teléfono está siempre operativo y si alguien me llama para ver la ropa yo estoy disponible. Me gusta mimar y conocer a mis clientes".
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