Caso de violencia de género en Extremadura: “El protocolo cero funciona”

Así lo ha manifestado esta jornada el delegado del Gobierno en Extremadura, Francisco Mendoza, tras guardar un minuto de silencio en memoria de las tres últimas víctimas por violencia de género a nivel nacional.

Mendoza indica que el caso sucedió entre el 26 y 27 del mes junio y es una manifestación de que “el protocolo cero funciona” gracias en esta ocasión a la llamada de vecinos que tenían conocimiento del maltrato hacia la mujer.

Fue la Guardia Civil quien, tras tener los indicios suficientes, logró que el individuo entre en prisión. “Animo a victimas y a todas aquellas personas que sean conocedoras de una situación de estas características, que lo pongan en conocimiento de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para que actúen de inmediato”.

CASO DE VIOLENCIA DE GÉNERO

Los hechos tenían lugar en una localidad de la provincia de Cáceres, cuando una mujer –con un golpe en el ojo- se encontraba vagando por las calles, junto a un niño menor de edad, cargada con una maleta.

De manera inmediata, una patrulla se desplazó al lugar para esclarecer los hechos. Sin embargo, la mujer ya había entrado en la casa en la que reside con su hijo, su novio y otras personas que comparten la vivienda.

De esta forma los agentes iniciaron una investigación, consiguiendo recabar el testimonio de varios vecinos que coincidían en afirman que la mujer había sido agredida en ocasiones anteriores por su pareja, aportando indicaciones claras sobre la apariencia física del supuesto agresor.

Una vez en el domicilio, los intentos de los agentes por entrevistarse en persona con la mujer resultan en vano, pues la víctima se niega en todo momento a abrir la puerta, limitándose a hablar con ellos a través de una ventana.

Desde un primer momento la mujer niega cualquier agresión por parte de su pareja, e incluso manifiesta que este no se encuentra en la localidad.

Ante la sospecha de que el agresor pudiera encontrarse en el interior de la vivienda, la Guardia Civil establece un dispositivo de seguridad con agentes apostados en la puerta del domicilio.

Previa autorización judicial, varios agentes de la Compañía de la Guardia Civil de Cáceres accedieron al interior de la vivienda y tras asegurar a la mujer y al niño, registraron todas las estancias de la casa. El maltratador se hallaba escondido en el interior de un armario, totalmente camuflado entre mantas.

Al detenido le constan numerosos antecedentes policiales por delitos contra las personas, incluyendo delitos previos por violencia de género, así como una orden de alejamiento frente a otra antigua pareja.