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Cultura

COVID: Compartir wifi ¿Si o No?

Cultura

25 de Abril de 2020

COVID-19 - Compartir Wifi ¿Si o No?

Con las restricciones derivadas de la crisis sanitaria por el COVID-19, la mayor parte de la población española se ha visto obligada a quedarse en casa limitando sus salidas a hacer la compra y trabajar.

Debido a este confinamiento, la conexión a Internet se ha convertido en una necesidad para comunicarnos surgiendo diversas iniciativas solidarias para compartir este servicio con los que carecen de él.

Con las restricciones derivadas del COVID-19 también han surgido varias medidas solidarias entre los ciudadanos. En este artículo queremos centrarnos en aquellas que tienen que ver con nuestra ciberseguridad, concretamente en propuestas como la de compartir nuestra red wifi con nuestra comunidad de vecinos.

La virtualización de las escuelas y universidades y la necesidad de ponernos en contacto con nuestros amigos y familiares hacen que una conexión a Internet sea fundamental. Por eso, muchas personas se han unido para compartir su acceso a Internet con sus vecinos menos digitalizados. Si bien es una medida muy útil y solidaria, no está exenta de riesgos.

¿Qué riesgos conllevan estas prácticas?

Los principales riesgos a los que nos exponemos son:

Robo de información transmitida. Una conexión abierta permite que terceros puedan monitorizar nuestra actividad online y hacerse con toda la información que intercambiamos a través de Internet.

Por ejemplo, cuando hablamos con nuestros amigos a través de mensajería, mandamos información de nuestro trabajo o realizamos una compra online. Sin olvidarnos de las credenciales de acceso a los servicios como el correo electrónico, redes sociales, o cuentas bancarias. Estos paquetes de datos pueden ser interceptados por los ciberdelincuentes mediante herramientas conocidas como sniffers.

Robo de información almacenada. Al disminuir las medidas de seguridad, no es difícil que los ciberdelincuentes accedan a nuestros dispositivos y consigan hacerse con archivos, imágenes o vídeos que tengamos almacenados en nuestros dispositivos.

Infección por malware. Los ciberdelincuentes se aprovechan de redes abiertas para propagar malware e infectar cualquier dispositivo que se conecte a ellas.

Uso ilegal de nuestra red. Una red abierta puede ser utilizada por los ciberdelincuentes para realizar actividades ilícitas en nuestro nombre.

¿Cómo se pueden minimizar los riesgos al compartir nuestra red?

Como usuarios concienciados que somos, sabemos que compartir nuestra red no es seguro, pero en caso de decidir hacerlo, ofrecemos una serie de pasos y buenas prácticas para que la práctica resulte lo más segura posible:

Blindar nuestra red con contraseña. Antes de empezar a compartir nuestra conexión a Internet con nuestros vecinos y amigos, lo más importante es asegurarnos de blindar nuestra red. Para ello, es fundamental que contemos con una contraseña robusta, tanto para la red wifi como para conectarnos al router.

Crear una red de invitados. No está disponible para todos los routers, pero si el nuestro lo permite es una opción muy interesante para compartir nuestra conexión a Internet en una red distinta a la que nosotros utilizamos. Para hacerlo, deberemos:

  • Acceder a los ajustes de nuestro router y a nuestra dirección IP desde un navegador (suele ser 192.168.1.1). Si no lo sabemos, podemos consultarlo con nuestro proveedor de Internet (asegurándonos de que las credenciales para acceder a nuestro perfil de administrador son seguras).
  • Una vez dentro, deberemos ir a la configuración de red inalámbrica y buscar 'Red para invitado'. Es probable que los pasos varíen de un router a otro.
  • Elegiremos un nombre y una contraseña segura para nuestra red de invitados, así como el método de autenticación (WPA2) y una red accesible para todos, por ejemplo, de 2,4 GHz.
  • Con esto ya tendremos una red para invitados lista. Debemos recordar desconectarla cuando terminen de utilizarla nuestros vecinos y amigos y cambiar la contraseña para futuras ocasiones.

Limitar el número de conexiones. Los router disponen de un límite en cuanto a las direcciones IP que pueden manejar simultáneamente. Aunque esta suele ser muy alta, dependiendo de nuestra conexión, la velocidad de Internet puede verse mermada si conectamos demasiados dispositivos.

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