Ecologistas: “Extremadura necesita un ferrocarril que vertebre el territorio”
24 de Octubre de 2021
Durante esta última semana se han realizado una multitud de actividades, manifestaciones y protestas, en lo que se ha denominado la “Semana de lucha por un ferrocarril que vertebre el territorio”, para no aislar a los pueblos, aumentar y mejorar los servicios de tren y luchar contra el cambio climático.
La iniciativa de este ciclo de movilizaciones que empieza este otoño está organizada por Alianza por el Clima, la Coordinadora Estatal por el Tren Público, social y sostenible, y Rebelión por el Clima (plataformas de las que forma parte Ecologistas en Acción), pero en total son 85 organizaciones las que promueven esta campaña por un tren convencional de calidad.
En Extremadura, el pasado miércoles tuvo lugar una manifestación inscrita en esta semana de acciones, y este sábado se han realizado a la misma hora dos manifestaciones más, en Llerena y Navalmoral de la Mata, en las que han participado cientos de personas.
Han sido convocadas por 17 organizaciones, entre ellas Ecologistas en Acción, Movimiento por el Tren Ruta de la Plata o CGT. Para cerrar la semana de movilizaciones, este domingo se ha convocado una gran manifestación a nivel nacional en Madrid, al que se espera que asistan miles de personas de todo el país. Y también este mes, el día 30, en Béjar. Todos estos actos reclaman 16 exigencias que las 85 organizaciones convocantes han plasmado en un manifiesto y que consideran imprescindibles para tener un tren que cubra las necesidades de la población. Cada convocatoria añade además sus reclamaciones locales.
Ecologistas en Acción de Extremadura señala que “en nuestra región asistimos en los últimos años a la supresión de trenes que cubren diferentes tramos, en un acelerado deterioro de los servicios ferroviarios, que se puede considerar un progresivo desmantelamiento encubierto del tren convencional en detrimento del AVE, el cual no puede cubrir, por sus características, las necesidades de transporte entre pueblos”. Asimismo, creen que “Extremadura necesita un ferrocarril que vertebre el territorio y a la vez reduzca emisiones para luchar contra el cambio climático, por esto último también es imprescindible la descarbonización y la electrificación completa de las líneas de la red básica de tren”.
Además de las 16 medidas del manifiesto, en estas manifestaciones se han realizado una serie de exigencias para Extremadura: Restituir la ventanilla comarcal para la expedición de billetes, establecer la doble circulación diaria Sevilla a Plasencia, ya que "la única relación existente ha empeorado mucho nuestra comunicación con Sevilla y Mérida", mejorar de la infraestructura fija entre Llerena y Sevilla, realizar los dos proyectos de Pasos a distinto nivel en los viarios de Llerena, prolongar el Cercanías de Sevilla-Cazalla hasta Guadalcanal y Llerena, recuperar el FF.CC. de la Ruta de la Plata. Y una mayor inversión en el tramo Toledo - Extremadura, en la línea Zafra - Huelva, y también en la línea Puertollano - Mérida. En esta última han pasado de estar presupuestados más de 320 millones de euros entre 2021 y 2024 a reducirse a la cantidad irrisoria de 3,8 millones de euros para 2022, cuando es necesaria también su renovación y electrificación".
Apostar por el tren convencional descentralizado y accesible, frente al Alta Velocidad
Desde la organización de las movilizaciones por el tren a nivel nacional señalan que las administraciones públicas del Estado están promoviendo un modelo de ferrocarril que consideran “muy desencaminado y alejado de las necesidades sociales y objetivos de sostenibilidad”.
Estas políticas consisten, esencialmente, en el impulso de las líneas de alta velocidad, en menoscabo de las líneas de corta y media distancia, que son las que dan cobertura a un 95% de las personas “y que sirven para cohesionar el territorio”. Afirman que “los sucesivos gobiernos del PP y PSOE han realizado durante las últimas décadas una política de transporte ferroviario orientada a su liberalización y privatización, destinando ingentes cantidades de dinero público a la construcción de líneas de Alta Velocidad”.
Destacan que entre 1990 y 2018 se han invertido en la red de Alta Velocidad 56.000 millones de euros, y cuyo mantenimiento cuesta 150.000 euros por cada kilómetro de vía al año, creando así “una red radial que conecta exclusivamente grandes ciudades”.
Mientras que los 12.000 kilómetros de vía de ferrocarril convencional “son el verdadero transporte vertebrador por sus posibilidades para integrar ciudades pequeñas y medianas y cabeceras de comarcas”. Denuncian este abandono de la red convencional: “no es ético ni sostenible que la red de AVE se lleve las inversiones, los servicios y los mejores precios, mientras que marginan la red de ferrocarril convencional con el cierre paulatino y silencioso de sus líneas, con horarios y tiempos no operativos e inaceptables, con tarifas sin abonos ni ofertas y que son hasta diez veces más caras”. La Alta Velocidad apuntan además “perjudica al medio ambiente, derrocha gran cantidad de energía y contribuye al aislamiento de infinidad de zonas rurales”.
Por otro lado, la progresiva disminución de servicios en los municipios de menos de 20.000 habitantes “está contribuyendo directamente a su desaparición, ya que sus habitantes necesitan desplazarse para acceder a servicios de primera necesidad como la educación, la sanidad o a comercios de todo tipo”. Creen que una red ferroviaria “descentralizada y accesible” representaría un instrumento importante para lograr una repoblación juvenil de las zonas que se están vaciando.
Por otro lado, señalan que “no podemos olvidar que vivimos en una situación de emergencia climática en la que el ferrocarril es una pieza clave en la imprescindible descarbonización del transporte”. Por ello creen que “es prioritario centrar esfuerzos en el trasvase al ferrocarril de mercancías y personas para reducir el tráfico en carretera”. Reivindican el ferrocarril como uno de los modos de transporte “más eficientes energéticamente y con menores emisiones, eje de una movilidad sostenible y multimodal”.
Ecologistas en Acción recuerda que un tren de mayor calidad y con mayores servicios y horarios “podrá ganar muchos viajeros y recuperar la confianza, lo cual incrementará su financiación”. La organización ecologistas apuesta por un ferrocarril público, y con empleo público de calidad, estable y que cumpla con los derechos laborales. Por último, anima a los extremeños a defender el tren convencional, y a movilizarse para exigir que se mejoren y aumenten sus servicios y para evitar las privatizaciones.
Noticias relacionadas
Comenta esta noticia
A Fondo