El rechazo de Cs obliga a Sánchez a pactar con los independentistas

El “renacido”, como algunos ya han bautizado al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, conseguía unos resultados históricos para su partido: 123 escaños frente a los 85 que obtenía en las elecciones generales de 2016.

El 28 de abril ha significado alegría para muchos pero sacudida para otros tantos. La derecha no conseguía sumar para alcanzar la mayoría absoluta tal y como venían ofreciendo los resultados desde el comienzo del escrutinio. Además, con la subida de Ciudadanos, PP observaba como de 137 escaños pasaba a tener 66, lo que significa 71 diputados menos, perdiendo así más de la mitad.

Y es que el estreno de Casado no ha traído buenas noticias para el Partido Popular que valoran estos datos como “negativos” y los achacan a la fragmentación del voto derechista. Sin embargo no valoran la posibilidad de la dimisión de Casado.

Tampoco ha traído estos comicios generales el resultado que Vox esperaba ya que en los últimos días vaticinaban unos 60 escaños. La formación de Santiago Abascal conseguía irrumpir en el Congreso, eso sí, con 24 diputados. Su líder decía que era un día triste para la izquierda y destacaba la representación que tendrán ahora “los españoles” en la cámara baja.

Pero a medida que se iban escrutando los votos, los españoles echaban sus cuentas sobre con quién podría pactar Sánchez. Y es que, por momentos, se podría haber valorado la posibilidad de un gobierno PSOE- Cs. Una alternativa que el líder de la formación naranja, Albert Rivera, despejaba tras su valoración: “La mala noticia es que Sánchez e Iglesias van a gobernar con los nacionalistas”.

Y mientras Rivera valoraba los resultados de las elecciones con más participación desde hace décadas, los simpatizantes del PSOE pedían en la sede de Ferraz a Sánchez que no pactase con Rivera. A pesar de estas peticiones, Sánchez indicaba que no pondría cordones sanitarios a nadie, pero previsiblemente ahora tendrá que sentarse con Unidas Podemos y los independentistas. 

Desde Unidas Podemos reconocían que el resultado no era el esperado (han perdido 30 escaños, ahora tendrán 42) pero sí que habían conseguido los dos objetivos con los que llegaban a estas elecciones: frenar a la derecha y extrema derecha y construir un gobierno de coalición de izquierda.

“Toca trabajar mucho, con mucha discreción muchas reuniones de trabajo y hacer un programa de Gobierno”, decía su líder, Pablo Iglesias, que se muestra confiado en que su partido entrará a formar gobierno con Sánchez.

SORPRESAS

Las grandes sorpresas de la noche sin duda estuvieron protagonizadas por: la subida del PSOE y Cs y la caída en picado del PP. Pero por si fuera poco, el PSOE también triunfa en el Senado. Obtiene así 43 senadores más, ahora serán 122 senadores “socialistas”. El PP sin embargo perdía 76.

Semana intensa la que se espera vivir en la política nacional pero que por supuesto, tendrá repercusión en las próximas elecciones autonómicas y municipales del 26 de mayo. Los políticos españoles se preparan por tanto para dar pasos firmes y no perjudicar a sus candidatos regionales o locales.