El servicio público hace aumentar el uso urbano de la bicicleta
19 de Junio de 2022
El presidente de Ineco, Sergio Vázquez Torrón, ha presentado en el Global Mobility Call el informe ‘La Bicicleta en la Ciudad que la ingeniería y consultoría del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha elaborado en el marco del nuevo espacio de conocimiento e innovación, Ineco Impulsa, con el objetivo de analizar, de forma periódica, las tendencias de movilidad del mercado tendencias en movilidad.
Una nueva palanca para anticipar y transformar el futuro de la movilidad y la transformación digital y ayudar a afrontar los grandes retos sociales, económicos y medioambientales.
Este primer estudio profundiza en las posibilidades de este modo de transporte llamado a ocupar un lugar principal en la movilidad de las ciudades. Acompañando las actuales políticas públicas de movilidad y el mayor impulso a la bicicleta como medio de transporte, Ineco, actor en la definición de estrategias de movilidad urbana, analiza la situación y los retos que afronta el sector.
De este informe se desprende que las ciudades con mayor cuota modal de la bicicleta en la movilidad (>2%) presentan las mayores ratios de bicis públicas por habitante (>19%). Sus ventajas son numerosas: constituyen una opción de movilidad urbana sostenible, rápida, flexible y práctica; proporciona acceso a una bicicleta a personas que no se lo pueden permitir por falta de recursos o por falta de espacio en sus casas; permiten la realización de viajes unidireccionales; son un aliado ideal del transporte público en las etapas de acceso o dispersión al mismo; eliminan el riesgo percibido de los usuarios de sufrir el robo de la bicicleta; y, sobre todo, se pueden convertir en un catalizador para que el uso de la bicicleta sea aceptado como un medio de transporte habitual.
En este sentido, también se observa que, tras la pandemia, son muchos los ejemplos de ciudades en las que ha aumentado el uso de la bicicleta como consecuencia de la crisis sanitaria, tanto en España como internacionalmente. Por ejemplo, en el ámbito nacional, en Gipuzkoa aumentaron en un 31% los desplazamientos en bicicleta en 2020 respecto al 2019. Se trata de una tendencia observada en muchas ciudades que ya disponían de un mínimo de infraestructura ciclista y que han apostado por ampliarla mediante soluciones provisionales.
Entre las grandes ciudades de nuestro país, sólo unas pocas superan los 2 km de vías ciclistas segregadas por cada 10.000 habitantes y solo dos, Sevilla y Barcelona, se han situado en algún momento entre las 20 ciudades del mundo más amigables para la movilidad ciclista. En este mismo contexto, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia ha previsto 105 M€ para proyectos de humanización, calmado de tráfico y la construcción de infraestructuras ciclistas, además de adjudicarse 224 M€ a proyectos municipales de fomento de la bicicleta, convirtiéndose, por tanto, en una palanca que puede impulsar el uso de la bici.
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