El Vivero llega al límite de su paciencia
21 de Octubre de 2018
La afición del Nuevo Vivero se harta. El Club Deportivo Badajoz sigue sin mostrar una buena imagen y cayó derrotado por 0 goles a 2 frente una Balompédica Linense que supo aprovechar las debilidades de los blanquinegros.
Antes de comenzar el encuentro los futbolistas blanquinegros saltaron al césped con una pancarta que reivindicaba la unidad entre jugadores y afición para conseguir la victoria.
La primera ocasión clara del encuentro llegó por parte del conjunto pacense. Corría el minuto 9 cuando José Ángel lanzó una falta directa desde la frontal que se marchó por encima del marco por muy poco.
La grada de animación había decidido no animar por la marcha en liga del equipo pero los aficionados de tribuna y preferencia tomaron el testigo y con cánticos y aplausos espoleaban a los suyos.
Poco a poco los andaluces fueron llevando el peligro a la portería de Kike Royo y en el minuto 17 Mario Gómez derribó a un rival dentro del área y el colegiado decretó penalti. El encargado de transformarlo fue Juan Delgado que engañó al cancerbero blanquinegro.
Tuvo la oportunidad de empatar el Badajoz un minuto después a la salida de un saque de esquina pero el remate de Cesar Morgado se marchó desviado por poco.
Quien sí supo aprovechar su oportunidad fue de nuevo el Linense. Pirulo aprovechó la pasividad de la defensa para quedarse solo frente a Kike Royo y batirle por bajo.
Después del segundo tanto la crispación de la grada se hizo más patente gritando fuera a sus jugadores y pitando las opciones fallidas, que hasta el momento eran muchas.
Pasaban los minutos y el juego pacense no mejoraba. Los balones colgados al área no encontraba ninguno rematador y no había claridad de ideas. Kike Royo tuvo que aparecer para salvar el tercero con una gran intervención.
Se consumía la primera parte y el Nuevo Vivero pedía al unísono la dimisión de un Patxi Salinas que no sabía como darle la vuelta a una situación insostenible.
SEGUNDO TIEMPO
Patxi Salinas sabía que era necesario cambiar algo sobre el verde y decidió hacer un doble cambio. Dio entrada a José Higón y Julio Cidoncha dejando su sitio Kamal y David Martín.
Ferrón tuvo en su cabeza recortar distancias en el marcador. Corría el minuto 51 cuando José Ángel botó una falta lateral que cabeceó el delantero desviado por poco.
Los parones se sucedían una y otra vez, motivados en gran parte por los jugadores andaluces, que buscaban mantener la diferencia en el marcador.
Corría el minuto 61 cuando el Badajoz gozó de la ocasión más clara. Tras un saque esquina el balón le cayó a Mario Gómez y el rechace no lo supo aprovechar Eder casi en la línea de gol.
Pasaban los minutos y sobre el terreno de juego nada cambiada. Esto enervaba a la afición que volvía a pedir la dimisión de Salinas y pitaba a los jugadores.
Eder era el futbolista más activo en la línea atacante de los pacenses pero sus remates no suponían ningún problema para el portero.
Con el partido totalmente controlado Sergio Rodríguez cometió la estupidez de realizar una entrada peligrosa por detrás a Aparicio. El colegiado le mostró la tarjeta roja y dejó al Linense con un futbolista menos sobre el campo.
A pesar de tener esa ventaja sobre el verde, y algún remate de Ferrón que se marchaban desviados el conjunto pacense no consiguió lavar su imagen y terminó el encuentro con una sonora pitada por parte de la afición.
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