Entraba en casas simulando ser revisor del gas y su mujer vendía las joyas que robaba

Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos personas por sustraer joyas y venderlas posteriormente en establecimientos de compraventa de oro, esclareciéndose en total seis hurtos.

El varón arrestado se hacía pasar por revisor del gas para robar dichos efectos a personas de edad en domicilios de distintos puntos del territorio español, principalmente en Extremadura. La otra detenida acudía a locales de compraventa de metales preciosos en Madrid el mismo día de los hurtos para poder disponer cuanto antes del dinero en efectivo.

La investigación comenzó el 22 de octubre del pasado año cuando los agentes detectaron en un establecimiento de compraventa de metales preciosos de la capital dos lotes de joyas cuyas grabaciones no se correspondían con los datos de la vendedora.

Como resultado de las pesquisas, se lograron relacionar estos efectos con una denuncia interpuesta en Cáceres, donde la víctima manifestaba que un varón que se había hecho pasar por revisor de gas le había sustraído varias joyas en su vivienda.

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Mismo modus operandi en los hurtos, una persona distinta en la venta

Siempre era el varón quien acudía a los domicilios ganándose la confianza de las víctimas, principalmente mujeres de edad, y mediante engaño, les sustraía las joyas de sus domicilios. A continuación, para evitar que se relacionaran las ventas en los establecimientos de la capital con los hechos delictivos cometidos fuera de Madrid, era su pareja, también detenida, quien realizaba las gestiones en los locales de compraventa.

En total, los agentes han esclarecido seis hurtos: dos cometidos en Plasencia, tres en Cáceres y uno en Talavera de la Reina. En el registro efectuado en el domicilio de los detenidos, se intervinieron cinco lotes de joyas de oro valorados en casi 3.000 euros, además de dinero en efectivo.

Por estos hechos, se logró identificar y detener el pasado 23 de febrero, en la localidad cacereña de Navalmoral de la Mata, a un hombre y una mujer como presuntos autores de los delitos de hurto y receptación, respectivamente, pasando posteriormente a disposición de la autoridad judicial.