¿Están de acuerdo los españoles en utilizar el suelo agrícola para las plantas solares?

Las plantas solares llevan décadas haciéndose hueco en la industria energética como una de las principales herramientas de suministro de energía en la sociedad española. Sin embargo, un estudio realizado por GAD3, llevado a cabo en una jornada organizada por la Asociación Periodistas Agroalimentarios (APAE) en colaboración con SOS Rural, ha indicado que la aceptación de este medio por parte de la población comienza a decrecer.

Según este informe, el 56% de los españoles están en contra de la instalación de las plantas solares en terrenos de cultivo agrícolas, pese a que solo la mitad de los encuestados conocían la posibilidad de ello. Algunos de los motivos de esta oposición abarcan desde el impacto en la despoblación rural hasta el aumento en el precio de los alimentos.

Asimismo, la práctica totalidad de las respuestas demostraron saber los daños y toneladas de residuos industriales de las fotovoltaicas. El 70% de las respuestas afirmaron creer que son los propietarios los que se hacen cargo de estos, mientras que solo un 6% conoce la responsabilidad de los titulares de los terrenos sobre la gestión de residuos.

En cuanto al aspecto económico, 7 de cada 10 españoles consideran que las plantas solares son beneficiosas de cara a la creación de empleo, aunque la mayoría piensa que su uso tiene efectos más bien negativos en otros ámbitos, tales como el paisaje, la flora o la fauna en el sector agrícola.

Tras los análisis realizados a raíz de las respuestas, se observa un cambio de percepción en la opinión pública española con respecto a este tema. Por su parte, la APAE, denuncia la instalación de estas macroplantas en terrenos agrícolas y afirma que el sector agrario es el mayor afectado por esta actividad.

María Martín, directora de comunicación de GAD3, ha reconocido el valor de las macroplantas como “herramienta clave en la lucha contra el cambio climático”, pero ha aclarado que la expansión de las energías renovables debe ir de la mano con una planificación integral que garantice un “equilibrio justo para las zonas rurales”. Del mismo modo, Javier Poza Llorente, secretario general de SOS Rural, ha apelado a la necesidad de un marco regulador que “ordene las fotovoltaicas” y que “proteja las tierras de cultivo en España”.

La asociación SOS Rural ha advertido que, sin un marco social que proteja las tierras fértiles, España corre el riesgo de pasar de una dependencia energética a una alimentaria. Así, ha invitado a la población a reflexionar sobre el modelo de transición energética que quieren.