Extremadura celebra el regreso de las grullas
28 de Noviembre de 2018
Este domingo, día 2 de diciembre, se celebra el XXVII día de las Grullas. Esta hermosa ave, que reparte su vida entre el norte y el sur de Europa es recibida con alegría en los dos destinos de sus migraciones.
En Extremadura, porque su poderoso vuelo marca la uve de vida y de victoria sobre el deterioro medioambiental en los cielos de la región, y en los países nórdicos, porque su gruir, que así se llama el canto de las grullas, anticipa la llegada de la primavera y el final de los hielos invernales.
La organización conservacionista extremeña ADENEX celebra el Día de las Grullas en Extremadura con sendos recibimientos en dos de sus zonas de invernada.
A lo largo de los últimos 27 años, el Día de las Grullas se ha celebrado en zonas de invernada como Puerto Mejoral, embalse de los Canchales, embalse de Borbollón, Talaván, Valdecañas, arroyo Conejo, Navalvillar de Pela y otras.
Este año, el Día de las Grullas se celebra en dos áreas de invernada de estas aves en la región. Ornitólogos de ADENEX explican a los interesados cuestiones sobre la biología, la migración y la invernada de las grullas y sobre el desarrollo del Proyecto Grulla, así como la problemática de conservación que afecta a esta especie. También se dispone de paneles informativos y material óptico adecuado para la observación de estas aves. La recepción está prevista para las cuatro de la tarde.
LOCALIDADES DE RECIBIMIENTO
Moheda Alta, en Navalvillar de Pela (Badajoz). El parque periurbano de Moheda Alta se encuentra en la cabecera de las Vegas Altas del Guadiana, a medio camino entre la Sierra de Pela y Las Villuercas. Se trata de una extensa superficie de dehesas que permanecieron a salvo de las transformaciones en regadío. Excepto en el límite oeste, en la actualidad se encuentra rodeada por cultivos de maíz y de arroz. La totalidad de la finca Moheda Alta, con 150 hectáreas, está incluida en el parque periurbano y es propiedad del Ayuntamiento de Navalvillar de Pela. Los regadíos y dehesas de las Vegas Altas del Guadiana constituyen la zona de invernada más importante para esta especie en Europa. El encuentro tendrá lugar en el parque Moheda Alta.
Embalse de los Canchales, en La Garrovilla (Badajoz). Situado al norte de las localidades de Esparragalejo y La Garrovilla y construido en el curso de la rivera de Lácara, está rodeado por cultivos agrícolas de secano y zonas de dehesa de encinar. La población de grullas en esta zona puede superar los 5.000 ejemplares. En el embalse también pueden observarse otras especies de aves, como anátidas, limícolas, rapaces y garzas. El lugar de encuentro es la presa de Los Canchales.
GRULLAS Y DEHESAS
Las grullas europeas eligen mayoritariamente Extremadura porque su hábitat fundamental en invierno son las dehesas de encinas y aquí encuentran un alimento que conocen bien desde hace miles de años: la bellota.
Sin embargo, los cambios producidos en la agricultura en las últimas décadas han modificado el paisaje de amplias zonas de la región, aportando a las grullas un alimento muy abundante y fácil de obtener: maíz y arroz, que se encuentra en los rastrojos tras la cosecha mecanizada. Esta forma de alimentación ‘artificial’, en las extensas rastrojeras de cultivos de regadío ha variado en los últimos años la distribución invernal de las grullas en Extremadura, produciéndose enormes concentraciones en áreas como las Vegas Altas del Guadiana y disminuyendo su número en muchas localidades tradicionales.
Al mismo tiempo, las dehesas de encinas sufren un proceso generalizado de degradación, con escasa o nula regeneración del arbolado, cambios de uso del territorio, sobreexplotación ganadera, plagas y enfermedades, etcétera. Además, para el desarrollo de los regadíos de maíz y arroz se han arrancado en los últimos años miles de hectáreas de encinar.
El futuro de las grullas en Extremadura va a seguir dependiendo de las encinas. Los cultivos de regadío pueden cambiar muy pronto, dependiendo de las tendencias de la política agraria de la Unión Europea. Cuando cambie el tipo de cultivo, como ya empieza a ocurrir con el olivar en régimen intensivo, “las grullas van a necesitar su hábitat invernal original, que es también el hábitat fundamental de los extremeños y que tenemos la obligación de preservar para las generaciones venideras”, afirma ADENEX.
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