Federación Extremeña de Caza: “La situación es dramática”

La situación de la caza en Extremadura es “dramática y preocupante”, asegura José María Gallardo, presidente de la Federación Extremeña de Caza.

La temporada general de caza menor se cerró el 6 de enero, y aunque quedan algunas modalidades abiertas, además de la caza mayor, los datos que están transmitiendo las sociedades locales de todo el territorio apuntan a una desastrosa temporada de caza menor acompañada, además, de una decepcionante temporada de caza mayor, asegura la Federación.

SIN CONEJO, SIN LIEBRE, SIN PERDIZ, SIN PALOMA

En la caza menor, la temporada 2017-2018 ha sido “la peor de la historia”, afirma el presidente de la Federación.

“Aunque parecía imposible, continúa disminuyendo la población de conejos, que incluso ha llegado a desaparecer en muchos cotos. También se ha producido un importante descenso de la presencia de la liebre en todos los terrenos, a lo que se suma una perdiz roja salvaje que sigue en regresión y en situación muy preocupante. Con una paloma prácticamente inexistente, únicamente el zorzal ha logrado salvar la temporada de caza menor en algunos cotos”, manifiesta José María Gallardo.

LOS JABALÍES DEJAN LAS MANCHAS POR EL SEMBRADO

La temporada de caza mayor está siendo decepcionante en muchas zonas, según los mensajes que desde las propias sociedades de caza llegan a la Federación.

“Hay muchas capturas, pero el número de ejemplares está totalmente descompensado entre machos y hembras”.

Además, el tamaño de los ejemplares lleva varias temporadas disminuyendo debido a la elevada densidad de animales.

A todo esto se suma, según la Federación, que las capturas de hembras en cotos sociales son muy inferiores a las autorizadas en cotos privados.

“Esto está provocando la disminución del corzo y una redistribución anómala del jabalí, que se ha trasladado a zonas agrícolas… No es una temporada para estar contentos”.

Estamos, asegura Gallardo, en una situación “dramática y preocupante” que exige el apoyo tanto de la Administración como de unos cotos que deben involucrarse en temas vitales como la mejora de los hábitats y la gestión de los predadores, señala el Gallardo.

MIL CAZADORES MÁS

La Federación Extremeña de Caza está trabajando en numerosos proyectos para tratar de mejorar la situación, como son los grupos operativos contra la tuberculosis y la mejora de ecosistemas y recuperación de la fauna menor, el proyecto RUFA para recuperar la perdiz roja, etcétera.

“Pero para seguir avanzando es necesario que se intensifique el apoyo que está recibiendo la Federación de los cazadores y las sociedades locales en los últimos tiempos”.

“El número de cazadores federados ha aumentado en aproximadamente mil licencias en el último año, y hace falta que la Federación siga creciendo para poder afrontar los retos decisivos que el sector cinegético tiene por delante”, concluye.