Guerra entre la patronal y CCOO por el ‘convenio del campo’

Las principales asociaciones de agricultores y ganaderos y los sindicatos mantienen posturas encontradas con respecto al convenio del campo que pretende regular la aplicación del salario mínimo interprofesional al sector. Los grupos recurrieron al Servicio de Mediación y Arbitraje de Extremadura para resolver el conflicto dando como resultado una propuesta que no ha dejado indiferente a ninguno de ellos.

Según informa Juan Metidieri, presidente de APGAG Extremadura Asaja, después de una reunión mantenida esta mañana entre sindicatos y organizaciones agrarias, con presencia de la administración, la aplicación del decreto del salario mínimo interprofesional en el campo supondría una subida salarial del 22,5%.

Desde Comisiones Obreras se ha acogido favorablemente la resolución ofrecida por la institución mediadora que “coincide con los criterios que el sindicato”, según explica CCOO. Sin embargo, APAG Extremadura Asaja sostiene que las medidas son insostenibles “para el sector en Extremadura”.

Las dos partes coinciden en aplicar los 900 euros mensuales como salario mínimo a los trabajadores fijos del campo en 14 pagas. La controversia está en que las organizaciones agrarias quieren incluir en esta cantidad la antigüedad y marcar como peonada básica los 42,62€ más vacaciones; mientras que desde el sindicato consideran que el aumento debe aplicarse sobre el salario base y establecerse los 46,48€ para las peonadas con las vacaciones incluidas.

COMISIONES OBRERAS

Desde CCOO Industria se insta a las organizaciones agrarias a que acepten la propuesta del servicio de mediación y arbitraje que recoge el contenido del Real Decreto con los criterios correctos y que apliquen con carácter retroactivo la subida del salario mínimo a sus plantillas.

“Los representantes de la Administración consideran, tal y como viene defendiendo CCOO Industria, que el aumento debe producirse teniendo en cuenta únicamente la cuantía del salario base, sin otras consideraciones”, explica el sindicato.

Desde CCOO se reclama a la patronal que “deje de marear la perdiz”, pues los mediadores han quedado claro cuáles son los criterios con los que se debe trasladar el Real Decreto que establece el salario mínimo interprofesional y actualizar su tabla salarial.

“Cerca de 65.000 trabajadores y trabajadoras del sector agrario de la región dependen de la cobertura de este convenio y aún no ha sido firmado por la actitud intransigente e irresponsable de la patronal, compuesta por las organizaciones agrarias APAG-ASAJA Badajoz y Cáceres, COAG y UPA”, concluyen.

APAG EXTREMADURA ASAJA

El presidente de APAG Extremadura Asaja, ha alertado del futuro incierto de cerca de 35.000 trabajadores del campo extremeño por la falta de acuerdo en la negociación de las tablas de retribución profesional que pueden hacer inviables las explotaciones agrarias y ganaderas de la región, con lo que eso supone.

Metidieri ha recordado que la realidad que se vive en la comunidad autónoma y en un sector como el agroganadero no es comparable a la de otros lugares, por lo que ha pedido sentido común a la hora de negociar el convenio del campo “y no una cerrazón, como la que han mostrado desde los sindicatos, lo que hace que se esté en una vía muerta”.

Metidieri ha señalado que estas exigencias supondrían “la ruina” de muchas explotaciones, afectando especialmente a las que más mano de obra generan, por lo que ha calificado de “inasumible” una subida salarial de más de un 22% en una anualidad.

Según el presidente de APAG Extremadura Asaja, las subidas, como se ha hecho siempre, deben ser progresivas y sostenidas en el tiempo, no repercutiendo un incremento tan alto de golpe. Una prueba de esto, ha señalado, es que en años anteriores se han firmado convenio tras convenio con subidas salariales y con “paz social”, garantizando la estabilidad laboral a todos los trabajadores y la continuidad de las explotaciones, algo que ahora peligra.

Metidieri ha insistido en que la negociación debe realizarse con racionalidad, “desde el punto de vista de la realidad de Extremadura y no desde una óptica alejada del mundo rural, como es el decreto del salario mínimo aprobado por el Gobierno de la nación y que es un ejemplo de desconocimiento del campo que está ahora generando un importante problema”.