Huyen de la Guardia Civil con 31 paletas ibéricas no aptas para el consumo
3 de Enero de 2020
Los hechos tuvieron lugar el pasado día 16 de diciembre en la carretera N-521, cuando los agentes observaron a dos vehículos en paralelo que, al percatarse de la presencia de la Guardia Civil, emprendieron la huida del lugar, pudiendo, sin embargo, ser interceptado uno de ellos.
Los agentes identificaron a su conductor, tratándose de un hombre de 43 años de edad, vecino del municipio cacereño de Malpartida de Cáceres, a quien, tras inspeccionar su vehículo, hallaron en el maletero un total de 31 paletas de cerdo ibérico que carecían de todo tipo de etiquetado y de documentación que amparara su transporte y la legal procedencia de las mismas.
La Guardia Civil, abrió así una investigación para determinar el origen del género transportado, consiguiendo obtener la identidad de la otra persona que había huido del lugar de los hechos quien, tras conversación con el mismo, en un primer momento, reconoció a los agentes que el motivo de encontrarse allí era la compra de una de las paletas.
Con el apoyo de facultativos veterinarios del Servicio Extremeño de Salud, se intervinieron las paletas y se levantó acta al considerarlas “no aptas” para el consumo humano, ya que no podía acreditarse su trazabilidad, además de que el transporte de las mismas carecía de las mínimas condiciones de higiene.
Según manifestó el conductor del vehículo, las paletas las había adquirido en el municipio salmantino de Guijuelo, comprándoselas a una persona que las vendía desde una furgoneta.
Continuando con la investigación, la Guardia Civil contactó con una empresa de venta de jamones cuyo nombre aparecía reflejado en un albarán que los agentes encontraron en el vehículo interceptado, pudiendo averiguar así que su conductor había realizado la compra, seis días antes, de otros 54 jamones y paletas, que unidos a las 31 paletas que le habían sido intervenidas, suponían la adquisición, en menos de una semana, de 85 piezas, hecho que evidenciaba la existencia de una, supuesta, actividad ilegal de compra venta de mencionados productos.
Finalmente, la Guardia Civil ha investigado al propietario de las paletas, como supuesto autor de un delito contra la salud pública, por distribuir productos cárnicos (paletas de cerdo ibérico) no aptos para el consumo, garantizando con ello tanto la seguridad alimentaria como la salud pública y los derechos de los consumidores.
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