Iberdrola niega haber causado la aparición de conchas en el embalse de Alcántara

Iberdrola niega tajantemente que la gestión de las centrales que opera en la Cuenca del Tajo sea la causa de la aparición de las conchas en la cola del embalse de Alcántara.

La compañía subraya que no ha realizado ningún vertido ni ninguna otra gestión que haya podido motivar este fenómeno natural y recurrente, cuya aparición es ajena a su gestión.

El Tajo es un río sometido a una gran presión demográfica que, sumado a otras causas ajenas a la gestión hidroeléctrica, como es la utilización de fertilizantes, provoca que el agua contenga una gran cantidad de materia orgánica. Al someterse el agua a temperaturas elevadas pueden darse procesos que generan olores.

La aparición puntual de conchas en superficie es un proceso natural y recurrente, que se desarrolla al descomponerse esta materia orgánica. Debido a la dirección del viento, este este año se ha almacenado en la cola del embalse de Alcántara.

Ninguno de estos procesos está vinculado con la gestión de la central hidroeléctrica que está siendo la habitual. Asimismo, la compañía no ha observado que este fenómeno tenga afección sobre la fauna ni sobre la flora y es esperable que desaparezcan en pocos días.

La Confederación Hidrográfica del Tajo dispone de información sobre la calidad del agua de los embalses gestionados por la compañía, que no ha recibido ningún requerimiento específico más allá de los contactos permanentes que se mantienen en el marco de la gestión de los embalses.

La ley 30/2014 de Parques Nacionales, en su artículo 7, no impide los aprovechamientos hidroeléctricos. Este artículo indica que, si en el momento de obtener la declaración de Parque Nacional hubiera una actividad ya presente y consolidada en el territorio, se estudiará si su permanencia es incompatible con la gestión y conservación del espacio. Hasta donde la compañía conoce, no se ha llegado a esa conclusión por parte del Parque Nacional de Monfragüe.