La Junta adjudica una vivienda pero no permite vivir en ella por no tener puerta
7 de Noviembre de 2018
“Se me acaba la Renta Básica, vivo en el Centro Hermano de Badajoz, van a echarme a la calle en diciembre, la Junta me ha concedido una vivienda junto a la barriada pacense de Los Colorines y no me la entrega por un problema burocrático”.
Este es, en resumen, el problema y denuncia que hace ante 7Días José Antonio de la Flor Benítez, de 45 años, padre de un niño de dos años y separado de una relación de pareja de hecho.
Hace más de un año, cuando José Antonio aún convivía con su excompañera, la pareja solicitó una vivienda a través de dos vías: la Junta de Extremadura y el Ayuntamiento de Badajoz. Posteriormente la pareja se disolvió y José Antonio optó por la vivienda de la Junta mientras que su excompañera lo hizo por la del Ayuntamiento, según afirma el hombre.
La Junta le confirmó por escrito a José Antonio, el día 19 de julio de este año que tiene una vivienda adjudicada. Se trata del inmueble situado en la plaza de Nicolás Díaz Pérez, P7, 2º A. La vivienda había estado adjudicada con anterioridad a otras personas pero, debido a la existencia de irregularidades, la Junta la recuperó y bloqueó con un tabique el acceso a la misma.
Así que la Junta no le permite acceder a la vivienda adjudicada hasta que “las constructoras”, dice José Antonio, “no se pongan de acuerdo sobre el derribo de los ladrillos y la colocación de una puerta”. “No se ponen de acuerdo y yo necesito una vivienda. ¿A dónde llevo a mi hijo cuando me den el régimen de visitas?”, pregunta.
No es la única dificultad a la que se enfrenta. José Antonio llama a la Junta, el martes día 6 lo volvió a hacer, y la administración regional le dice que, efectivamente, tiene asignada una vivienda junto con su expareja, que en la vivienda no se puede entrar porque está tapiada y sin puerta y que solucionar ese obstáculo “no depende” de su departamento, por lo que aconsejan al adjudicatario que espere a que se derribe el tabique y se coloque una puerta en el inmueble. Entonces y sólo entonces, la Junta decidirá si la vivienda es para José Antonio o para su expareja, de la que dice que le denunció sin motivos aconsejada por una amiga.
Con la fecha de derribo del tabique sin concretar, el coadjudicatario de la vivienda asume que se le acaba la Renta Básica en diciembre, que debe solicitar otra ayuda, cuyo nombre no recuerda muy bien, pues carece de ingresos, y que le han dicho ya que debe empezar a buscar un nuevo alojamiento, pues su estancia en el centro de acogida Centro Hermano, en el que lleva viviendo "tres o cuatro meses”, está llegando a su fin.
“Que me den una vivienda que estoy en la calle”, es la frase con la que José Antonio de la Flor Benítez resume su problema.
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