La lluvia y la bajada de temperaturas disparan el riesgo de accidente
6 de Noviembre de 2020
Según las últimas previsiones, la formación de una borrasca en el sur peninsular y la llegada de una masa de aire húmeda e inestable dará lugar a una semana pasada por agua donde las temperaturas caerán en picado.
Una situación que también afectará a nuestro vehículo y a nuestra manera de conducir. Y es que según los datos que maneja el comparador Acierto.com, estos factores disparan el riesgo de sufrir un accidente en carretera.
En concreto, el riesgo de verse inmerso en un siniestro al conducir con lluvia es un 70% superior -respecto a si lo hiciéramos en condiciones habituales. siendo la falta de visibilidad y la reducción de la adherencia de las ruedas sobre el asfalto mojado los principales problemas.
LA LLUVIA DISPARA EL RIESGO DE ACCIDENTES
Entre otros, la lluvia altera la visión en carretera: distorsiona la luz, hace el día más oscuro, refleja los faros sobre el asfalto, reduce las propiedades de la pintura y el contraste entre los objetos, y coloca una capa de agua sobre el parabrisas… Es decir, cambia el entorno y percepción visual de los conductores.
La condensación que se produce como consecuencia de la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior del vehículo es otro punto a tener en cuenta, así como si el parabrisas está manchado o tiene algún impacto el peligro crece.
Estos factores, al mismo tiempo, incrementan la tensión en el conductor y reducen su tiempo de anticipación, algo fundamental a la hora de evitar accidentes. No podemos dejar de hablar del viento, pues se estima que casi el 5% de ellos se atribuyen a él.
EL FRÍO DISPARA LAS AVERÍAS
El frío, además, incrementa exponencialmente las averías. Entre otros, las posibilidades de que el sistema eléctrico falle aumentan un 27%, mientras que las de que el coche no arranque suben un 18%.
Los siniestros más comunes con frío, en cualquier caso, son los relacionados con la batería del vehículo, protagonista de 1 de cada 5 reparaciones. Le siguen los fallos del motor y la calefacción, así como las asistencias relacionadas con el líquido refrigerante. Además, no podemos perder de vista que el 30% de heridos y fallecidos por accidente de tráfico se producen en invierno.
LOS COCHES CON MÁS RIESGO DE ACCIDENTE
Los expertos también apuntan a que hay algunos coches con más riesgo que otros, por ejemplo, aquellos vehículos con carrocería oscura implican una menor visibilidad en carretera para el resto de conductores. Esta característica se ve agravada tras el cambio de horario, cuando la visibilidad es menor.
Para que nos hagamos una idea, por la mañana un coche blanco puede ser atisbado a 160 metros, mientras que uno negro lo veremos cuando estemos a 70 metros. Durante la noche las distancias se reducen a 100 y 30 metros respectivamente.
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