“La reproducción de aves en suelos agrícolas peligra”
23 de Octubre de 2023
Las poblaciones de aves están experimentando un rápido declive en todo el mundo. El cambio climático es solo uno de los muchos factores que afectan a las aves. Sus efectos son significativos y pueden interactuar con otros factores estresantes, como es la pérdida de hábitat por cambios en el uso del suelo.
Esta importante relación entre el aumento de las temperaturas y el cambio de hábitat ha sido estudiada por un equipo internacional de especialistas de la Universidad de California en Davis (EEUU), en el que también colabora Daniel Paredes, profesor e investigador de la Universidad de Extremadura y experto en el análisis y gestión de datos en el ámbito medioambiental. Los hallazgos, publicados recientemente en la revista Science, arrojan luz sobre cómo afecta a la reproducción de las aves el cambio climático y la pérdida de hábitat.
Los investigadores han constatado que las temperaturas extremadamente altas disminuyen significativamente el éxito reproductivo de las aves en paisajes agrícolas. Los nidos cercanos a tierras de cultivo tenían alrededor de un 50% menos de probabilidades de producir al menos un polluelo cuando las temperaturas subían. Sin embargo, los bosques parecían proporcionar un refugio protector contra las altas temperaturas.
Según explica Daniel Paredes, "los efectos del calor impactan mucho más en las aves que anidan en terrenos agrícolas que en aquellas otras que anidan en bosques, lo que significa que la cobertura del dosel arbóreo probablemente constituya un refugio climático importante para las aves generalistas; es decir, aquellas que pueden prosperar en varios hábitats".
También han analizado el mismo hecho en áreas urbanas, donde han encontrado una tendencia mucho más marginal en comparación con la disminución que se ha comprobado en terrenos agrícolas. Probablemente porque los nidos a menudo se sitúan en parques urbanos y áreas residenciales provistos de gran cantidad de árboles.
Además, el estudio describe un panorama de lo que podría deparar el futuro. Para el año 2100, los modelos predijeron que el éxito de anidación en áreas agrícolas disminuiría un promedio del 5% adicional con los niveles actuales de emisiones de gases de efecto invernadero. Los resultados sugieren que reducir las emisiones y promover refugios térmicos, ya sea plantando o manteniendo parches de vegetación natural, son cruciales para la conservación de las aves. También es necesario mantener amplias zonas de sombra tanto en áreas urbanas como agrícolas.
En este sentido, Daniel Paredes menciona que “la restauración y conservación de parches de vegetación nativa en paisajes agrícolas no solo puede ayudar a las aves a vencer el calor, sino que también puede promover otros servicios ecosistémicos como el control de plagas y la polinización, produciéndose así sinergias entre la conservación de la biodiversidad y una producción sostenible de alimentos”.
El investigador también señala las posibles implicaciones de este proyecto internacional en nuestro territorio, “estos resultados son de gran importancia para Extremadura, ya que la región cuenta con una de las mayores superficies agrícolas de España, así como una enorme riqueza en biodiversidad ornitológica. De cumplirse las tendencias del estudio se pondrían en riesgo estos valores naturales, con el consecuente impacto económico negativo asociado a ellos. Se prevé que Extremadura sea una de las regiones que sufra las consecuencias más impactantes del cambio climático”.
Durante el proyecto se ha analizado la base de datos NestWatch, una iniciativa de ciencia ciudadana creada por el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell (EEUU), donde personas de todo los Estados Unidos monitorean los nidos de aves y registran información sobre distintas especies, la ubicación de los nidos, el número de huevos, etc. Una iniciativa que también se está desarrollando en Europa bajo el nombre de eBird.
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