La prehistoria de Extremadura pintada sobre las rocas de Alburquerque
2 de Diciembre de 2019
Agustín Palomo, investigador, y su hermana, Sandra Palomo, arqueóloga, son los coautores de un artículo que saldrá en pocos días en una revista sobre la investigación y descubrimiento de las pinturas rupestres halladas hace escasos días en Alburquerque. Así lo ha declarado a 7Días Agustín.
Agustín las halló, y su hermana investigó mano a mano con él esta muestra de arte prehistórica, datada entre el calcolítico y la edad de cobre-bronce que, “asientan la idea de que Extremadura estaba ampliamente poblada en esta época, y más concretamente la zona del Río Gévora y la sierra de San Pedro”, apunta.
Las pinturas se suman a las muestras prehistóricas ya halladas en Alburquerque, Monfragüe, las Villuercas y la Serena, entre otras muchas ubicaciones de la geografía extremeña.
Hechas a partir de óxido de hierro triturado, pigmentos y una base grasa (animal o vegetal) estas pinturas han sobrevivido durante 5.000 años hasta ser halladas por Agustín.
Al abrazo de las rocas, estas pinturas rupestres se encuentran deterioradas, de hecho una de las placas está rota por la propia naturaleza. Se encuentra en un sitio de difícil acceso en medio de una finca privada. Su hallazgo fue fruto de la casualidad.
Agustín buscaba un dólmen al que el arqueólogo Aurelio Cabrera Gallardo hacia mención en sus textos cuando encontró las pinturas.
Así, con la ayuda de su hermana y las acciones llevadas a cabo por una pequeña asociación alburquerqueña, Operativa Comunicante, que gestiona y administra el archivo del prestigioso arqueólogo Cabrera, han podido descubrir y estudiar un tesoro de antaño que no hace más que resaltar la gran importancia de Extremadura durante la prehistoria.
Asimismo, Agustín hace una llamada a las Administraciones para que apoyen a las zonas rurales a mantener y descubrir su patrimonio a través de acciones que fomenten estas actividades, así como la posibilidad de contratar un arqueólogo por mancomunidad.
AURELIO
Aurelio Cabrera Gallardo nació en Alburquerque, Badajoz, el 16 de enero de 1870 y falleció fusilado en Toledo el 26 de noviembre de 1936. Fue un prestigioso escultor, profesor, ilustrador y arqueólogo español.
Es conocido por ser el autor de numerosos monumentos conmemorativos entre los que destacan los dedicados a figuras extremeñas como Vasco Núñez, El Brocense, José de Espronceda, Hernán Cortés o Zurbarán.
Como arqueólogo, se dedicó a la búsqueda y estudio de diversos yacimientos, especialmente prehistóricos, romanos y visigodos, lo que le valió su nombramiento como miembro de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, cargo que desempeñó de junio de 1916 a octubre de 1923.
Tras ser encarcelado al poco tiempo de la toma de Toledo a finales de septiembre de 1936 por las tropas franquistas, fue fusilado el 26 de noviembre, a los 66 años de edad, siendo sepultado en el cementerio local de Nuestra Señora del Sagrario.
FOTO: AGUSTÍN PALOMO
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