Los apicultores solicitan un plan de acción contra las principales amenazas para sus colmenas

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), en concreto los apicultores que forman parte de la organización, han acudido desde Galicia, Asturias y Extremadura al Ministerio para reclamar medidas que palíen los daños que están sufriendo en sus explotaciones a causa de la fauna salvaje, en muchas ocasiones especies protegidas, que destrozan sus colmenas, y por tanto, la economía de estas personas.

Especies como el abejaruco, la avispa asiática o velutina, los tejones o los osos son algunas de las que más daños generan en sus colmenas y en sus economías, al tener a las abejas melíferas como una parte importante de su dieta.

Los apicultores argumentan que muchas de estas especies están protegidas, por lo que la sociedad “tiene la responsabilidad de proteger también los daños que estas causan”. “Los seguros deben mejorarse para que el perjuicio en caso de ataque no sea tan grave”, han demandado los apicultores.

AMENAZAS

Las graves amenazas que dificultan la supervivencia de esta actividad profesional no son nuevas, pero si empeoran. Uno de las nuevas especies que arrasan con las abejas melíferas es la avispa velutina, una especie invasora y devoradora de abejas que entró a España desde Francia en 2010 y se ha ido expandiendo por el norte del país, alcanzando también Castilla y León y Extremadura.

Para paliar con esta especie, los apicultores han reclamado al Ministerio para la Transición Ecológica que potencie el plan de control de “este peligroso y voraz insecto”. Una sola avispa puede capturar entre 25 a 50 abejas por día, es capaz de destruir hasta un 30% de una colonia en zonas endémicas, además del efecto negativo sobre el pecoreo (la recolección del polen y néctar por parte de las abejas obreras).

UPA espera que el Ministerio para la Transición Ecológica sea sensible a las dificultades que atraviesan los apicultores españoles, cerca de 28.000 en toda España, de los cuales el 25% son profesionales, que producen cada año unas 30.000 toneladas de miel, además de otros productos como cera, polen, propóleo y jalea real.