Los fuegos de artificio desencadenan una tragedia muy real

Eran fuegos de artificio, los mismos que suelen denominarse ‘fuegos artificiales’, pero la desolación y la tragedia que han causado son algo tremendamente real.

Así de impresionante fue la columna de humo que originó la explosión de un almacén clandestino de pirotecnia en Tuy (Pontevedra). La fotografía, realizada por Maricarmen Dasilva Diz, una vecina de Tuy, desde su balcón, muestra el ‘hongo’ de humo elevándose junto al río Miño.

La explosión del material pirotécnico almacenado ha causado la muerte al menos a dos personas, una mujer que resultó completamente carbonizada y un hombre, ambos de origen marroquí, que estaban casados y dejan dos huérfanos. Además ha causado heridas de diversa consideración a otras 37 personas, de las que siete son menores de edad. El número de víctimas mortales podría aumentar.

Debido a los estragos originados por la explosión han sido desalojadas 33 familias en Tuy.

La explosión ha sido tan tremenda que ha destruido varias viviendas y otros inmuebles, ha causado daños en vehículos y demás propiedades situadas en las calles y ha dejado la zona asolada, como si se hubiese realizado en ella una acción de guerra.

El estampido de la explosión se oyó en un radio de más de 50 kilómetros, hasta en Portugal, concretamente en Viana do Castelo, que dista unos 60 kilómetros de Tuy.

El ruido ensordecedor de la explosión cruzó el Miño y causó el pánico entre la población de Caminha, Vilanova de Cerveira y Vila Praia de Áncora, en Portugal. La onda expansiva hizo retumbar casas en numerosas localidades tanto gallegas (Tomiño, O Rosal y A Guarda...) como portuguesas.

El material almacenado pertenecía a una empresa pirotécnica legal, pero estaba guardado ilegalmente en un lugar no apto para este tipo de productos, tanto por su cercanía a las viviendas como por la forma en la que se almacenaba.

La Guardia Civil ha detenido al dueño de la empresa de pirotecnia por homicidio por imprudencia y estragos.