Los productores de cava optan por el control, pero no por la limitación

El sector del cava extremeño no atraviesa por sus mejores momentos. En diciembre de 2017 el Ministerio de Agricultura, entonces dirigido por la ministra Isabel García Tejerina (PP), tomó la decisión de limitar la producción del cava atendiendo al Consejo Regulador de la Denominación de Origen Cava.

Ante esta decisión la Junta recurrió por entender que se limitaba a un sector muy importante de la región. Pero ahora es el mismo ministerio del Gobierno socialista de Pedro Sánchez el que ha realizado una propuesta de resolución con la que vuelven a limitar la producción de cava.

En esta resolución plantean que las hectáreas de cava que puedan crearse en el territorio de la DO sea de 377 hectáreas, atendiendo de nuevo a las instrucciones de Consejo Regulador del Cava. Si bien es una noticia que beneficia más que la anterior al sector, continúa limitando a un producto que está en auge y así lo considera también la Junta, que se siente “decepcionada” tal y como dijo ayer la consejera de Medio Ambiente y Rural, Begoña García.

El único municipio extremeño que se encuentra dentro de la DO Cava es Almendralejo, por eso el sector siente que con este tipo de medidas se atenta contra la posibilidad de que una región crezca.

En declaraciones a 7Días, el dueño de una de las bodegas más conocidas de la región, Marcelino Díaz, considera que todo Consejo Regulador debe controlar la oferta y demanda, puesto que “si dejamos el mercado a su libre albedrío podría perjudicar al sector”. Además, cree que si esto sucediese se produciría un deterioro y desprestigio de la imagen de un producto tan cotizado actualmente.

Por tanto, Díaz cree que la regulación es buena pero no tanto en Extremadura. “Lo que es bueno para el conjunto no siempre es bueno aquí”. Explica que la región se encuentra muy limitada en cuanto a producción ya que sólo es posible en un solo municipio, como hemos señalado anteriormente.

Además, indica que los viñedos tienen una vida de aproximadamente 30 años, por lo que no siempre es posible estar produciendo.