'Memorias en conserva', la exposición que homenajea a la memorial oral del siglo XX en Badajoz

La Biblioteca de Extremadura expone desde este miércoles la muestra 'Memorias en conserva', una muestra de 80 tarjetas a modo de postales en las que José Luis Gutiérrez 'Donguti' y Leticia Ruifernández homenajean la memoria rural y oral de la primera mitad del siglo XX en España.

'Memorias en conserva' es una caja de lata de las de antes, en las que se guardaban las fotos y las cartas recibidas. Dentro de ella, se encuentran 80 tarjetas grandes, como postales de las que se llenaban de besos. En cada tarjeta, un relato de los que José Luis Gutiérrez 'Donguti' ha ido recogiendo en años de escucha a las viejas, a los viejos, desde Zamora hasta Murcia, desde Galicia hasta La Vera extremeña.

Las ilustraciones, creadas por Leticia Ruifernández, son collages realizados con fotografías, recortes de periódicos, bordados hechos por manos sabias. Se trata de un viaje a la España de la primera mitad del siglo pasado, una caja que abre la puerta de las palabras olvidadas, de los papeles y las telas a los que la memoria se aferra.

Los textos se agarran a la oralidad, mientras que las ilustraciones son un reflejo del modo en que la memoria se va adhiriendo a los objetos que la guardan.

La muestra es también un espectáculo en el que el narrador y la ilustradora van sacando de la caja un rosario de imágenes y palabras para hacernos llorar y reír, para recordarnos los viejos oficios y los amoríos, el sexo prohibido, el ansia de libertad, el miedo a las culebras, las correrías de mozos, de los militares obligados a servir, los fantasmas, las brujas, los aparecidos, el nacimiento y caída de la República y la resistencia al dictador, la emigración, el contrabando, historias de maricas, de parteras, de niños endemoniados, pastores, cabreros.

Así, de la caja, salen todas las historias que podríamos haber escuchado cualquiera alrededor de la mesa camilla. José Luis Gutiérrez 'Donguti' y Leticia Ruifernández vuelven a ofrecer un nuevo banquete de memoria para degustar con calma, con el tiempo enredado en los pliegues del ayer.