¿Se irá Marlaska del Gobierno tras pedir el Congreso su destitución?
29 de Febrero de 2024
La polémica ha estado servida tras el fallecimiento de dos guardias civiles en Barbate cuando perseguían a una lancha de narcotraficantes. Desde entonces se ha puesto en tela de juicio los escasos medios con los que cuentan los agentes para combatir el narcotráfico en las aguas gaditanas.
Por ello, la pasada semana el ministro del Interior, Grande-Marlaska, fue reprobado por la Cámara Alta. Tras la petición del Senado, promovida por el Partido Popular, se solicita su destitución por la gestión y fallecimiento de los agentes que fueron atropellados por la narcolancha el pasado 9 de febrero.
Este jueves 29 de febrero, el Congreso ha refrendado esta reprobación, solicitando así su inminente destitución. En esta ocasión, esta moción ha sido aprobada con los votos a favor del PP, VOX y UPN. Además, ha contado con la abstención de Podemos, Junts y Coalición Canaria. En total han sido 171 votos a favor, 165 en contra y 11 abstenciones.
Los populares aluden a la “nefasta” gestión del ministro, afirmando que los guardias civiles fueron “ejecutados salvajemente” por los narcos. Por su parte, ERC y Bildu avanzaron que “no le seguirían el juego” a PP y VOX, por lo que han decidido votar conjuntamente con el PSOE.
¿En qué consiste la reprobación de un ministro?
El Parlamento cuenta con una herramienta denominada “reprobación” para pedir a los ministros responsabilidades sobre acciones desarrolladas. Mediante esta práctica parlamentaria, las fuerzas políticas de la oposición expresan disconformidad con las decisiones de un miembro del Consejo de Ministros. A pesar de que el valor de este acto es meramente simbólico, la oposición suele pedir la destitución de los reprobados.
No obstante, este mecanismo no goza de ningún efecto jurídico, siendo solamente uno más de los instrumentos de control parlamentario como lo son las solicitudes de comparecencia.
Esta reprobación va incluida dentro de una moción, denominándose ‘moción de reprobación’ y tiene su origen en una interpelación al Gobierno o cada uno de sus integrantes. Es la Mesa quien admite a trámite esta interpelación, incluyéndolo dentro del orden del día de la correspondiente sesión plenaria. En esa sesión plenaria, tal y como ha sucedido esta jornada, se debate y se vota. Esta propuesta, para salir adelante, necesita más ‘síes’ que ‘noes’.
Como ya comentábamos, se trata de una práctica con valor simbólico pues carece de valor significativo al no ser vinculante ni trascendente para la vida política del ministro. Distinto es que se lleve a cabo una Moción de Censura dirigida a un presidente del Gobierno. Ya que de salir adelante se hace inminente su dimisión, así como la del gobierno al completo, debiendo presentarse otra candidatura en el propio Congreso.
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