OPINIÓN: Cui bono? Cui prodest?

La campaña de recogida de firmas para la paralización de la compra de teléfonos móviles y tabletas de última generación para los miembros de la Asamblea de Extremadura está teniendo una más que notable respuesta. En las apenas 48 horas que lleva activa 703 personas se han adherido a la iniciativa conforme al procedimiento establecido por change.org que le otorga validez. La página de esta plataforma en que aparece la petición ha sido visitada hasta el momento por 3.741 personas y 435 han compartido a través de sus redes sociales la demanda.

Pero el rechazo de la ciudadanía a la decisión de la cámara regional ha sido mucho más intenso y extenso aunque se ha manifestado de otra manera. Las informaciones de los medios que daban cuenta de la decisión de la cámara regional de destinar 485.000 euros a la compra de los mencionados dispositivos para los diputados han recogidos numerosos comentarios de rechazo y han sido replicadas numerosas veces, lo que el eco de la protesta ciudadana se ha amplificado. No es de recibo que la región más deprimida de España, con tantas familias con dificultades, se apruebe un gasto semejante.

Por el momento, y a pesar del clamor ciudadano, ninguno de nuestros representantes en la Asamblea ha tenido el gesto de dignidad de rechazar esa costosa dádiva ni está justificada ni es justificable. Se da por hecho, con absoluta seguridad, de que cada uno de los 65 representantes cuentan con su propio teléfono móvil, pero en el hipotético caso de que careciera de él las remuneraciones que perciben les permiten adquirir uno con sus propios recursos. El mercado ofrece hoy aparatos tan potentes y capaces como los que se quieren comprar. ¿Por qué tienen que ser los más caros?

¿Cui bono? ¿Cui prodest?, dirían los romanos. Nosotros decimos ¿Quien será beneficiará de esta compra?

FIRMADO: Julián Leal