OPINIÓN: El silencio cómplice de Vara con el trasvase Tajo-Segura

La coalición de partidos extremeños y plataformas regionales ‘Levanta Extremadura’ exige al presidente de Extremadura y a la Junta que defiendan los intereses de Extremadura frente al manejo egoísta de los beneficiarios del Trasvase Tajo-Segura. Por la provincia de Cáceres tiene, el Tajo, el mayor recorrido de las diversas autonomías, pero sus aguas apenas riegan algo de la provincia cacereña.

Ante la pasividad y silencio del presidente de la Junta y los representantes de Extremadura en Congreso y Senado, elevamos la más enérgica protesta por la indefensión de la provincia de Cáceres y el olvido sistemático de los abusos del Trasvase por parte del presidente y los representantes de Extremadura.

Según la denuncia de Ecologistas en Acción, se han venido regando ilegalmente unas 10.000 hectáreas más cada año, hasta llegar al Mar Menor con sus regadíos ilegales. Ahí se destapó lo que conocían todas las administraciones. Fue la muerte de los peces la que hizo reaccionar y, por otra parte, que el Tribunal Supremo exigiera devolución de algunos hm3 del Trasvase al Tajo para que el río más largo de España no quedara reducido a una sucesión de charcos.

Esto hay que agradecérselo al presidente de Castilla La Mancha, que dio la cara ante el Tribunal Supremo y éste ordenó que se devolvieran los hm3 de agua necesarios al Tajo para que siguiera siendo un río.

Ante toda esta peripecia, el presidente, la Junta de Extremadura y los parlamentarios extremeños no han mostrado la menor preocupación. La televisión y radio extremeñas apenas informan a la población de tales abusos. ¿Para qué nos sirven?

Pretendieron un segundo Trasvase llevándose las aguas desde Valdecañas, pero los exquisitos beneficiarios las consideraban sucias por los vertidos de las aguas residuales de Madrid y desistieron del segundo trasvase.

El Tajo ha servido para refrigerar las dos centrales de Almaraz y para cubrir el cementerio nuclear con sus aguas; pero no ha podido ni regar el entorno de Almaraz por el pretexto de que la energía resultaba cara. Esto no fue obstáculo para que en el País Vasco se consumiera la energía más barata porque tenía empresas que consumían mucho y que las empresas eléctricas les dieran 200 millones de euros cada año por la energía que se produce en Cáceres y se consume y paga en el País Vasco.

Las aguas del Tajo no sirven para regar la provincia de Cáceres, sino para inundar las mejores tierras por el pantano de Alcántara y dar grandes dividendos a las eléctricas, incluso levantando las compuertas en plena sequía. Para compensar la inundación por los pantanos de las mejores tierras extremeñas, asignaron 5.000 millones de pesetas anuales, que suprimieron después por presiones ajenas y aquí se callaron los representantes extremeños, obedientes a sus gobiernos. Extremadura no les importa.

Nos preocupa que los sucesivos gobiernos de Extremadura, y el actual, se hayan olvidado de la provincia de Cáceres para regar con las aguas del Tajo las hectáreas de secano que permitirían un mayor desarrollo de esta provincia.

Teniendo, como tienen, el agua inagotable del mar y las desaladoras, que pueden dar más aguas que la esquilmada del Tajo, no vemos la necesidad de llevarse las aguas de los que no tienen mar para regar más de 70 campos de golf. Es la ley del más fuerte aplicada contra los más débiles, que no son capaces ni de levantar la voz para quejarse.

¿Tendremos que pedir un Trasvase de las aguas del mar, desalinizadas, para regar las hectáreas de secano de la provincia de Cáceres? Ya tienen las desaladoras, ¡déjennos los ríos a los que no tenemos mar!

POR: Pedro Cañada.