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Mérida

OPINIÓN: Me río yo de los que hablan de igualdad ante un atril

Mérida

8 de Marzo de 2018

Respirando hondo, con una sonrisa en la cara y una lágrima en el alma. Así recorrían miles de mujeres las calles de Mérida esta tarde con motivo del Día Internacional de la Mujer.

¡Qué cansancio! Es que es verdad oiga… estamos cansadas de tener que ir rompiendo barreras por todos lados. Pero qué remedio… Hace muchos años nos hicimos invencibles así que hoy sólo teníamos que gritar lo que el resto de días hacemos en silencio.

Por eso, y aunque ha sido una jornada intensa de reivindicaciones y lucha por nuestros derechos, el broche final lo ha puesto esta multitudinaria concentración a la que por supuesto, también asistían hombres que al igual que nosotras, buscan ni más ni menos que una igualdad de género REAL.

Lucharemos por nuestros derechos, por los de aquellas que hoy están calladas para que un día planten cara a su pesadilla, por nuestras abuelas y por todas aquellas que lucharon en su día en un mundo aún más difícil. Pero también por aquellas que vendrán, para que puedan avanzar más rápido, más libres, más seguras, más reconocidas, más independientes y más valoradas.

Yo, como mujer, no podía dejar pasar la oportunidad de contar a las extremeñas y extremeños cómo ha sido este momento. Como si de a la guerra se tratase íbamos todas, y es que realmente la lucha la llevamos por dentro. Caminábamos con paso firme, sabiendo que hoy lo que dábamos era una zancada y que no permitiremos que se vuelva atrás. Porque estamos cansadas de que no se nos reconozca.

Y me río yo de los que hablan de igualdad ante un atril… Si hay igualdad, ¿por qué existe una brecha salarial del 22,8% en España y del 20,6% en Extremadura?, a lo que hay que sumar las reducidas oportunidades laborales que existen en nuestra comunidad. Pero lo más alarmante es que, si comparamos estas cifras con el año anterior, la brecha ha continuado aumentando, en concreto en un 4,02%. Según UGT, las mujeres extremeñas cobran una media de 4.509 euros menos al año que un hombre.

Señores políticos, ¿eso es igualdad? Quizás se les llene la boca hablando de igualdad cuando sacan una convocatoria de ayudas para la contratación indefinida. La Junta de Extremadura otorga 5.000 euros a las empresas que transformen el contrato temporal de una mujer en indefinido. Igualdad sería la misma cantidad para hombres y mujeres, pero no. En el caso de los hombres se ofrece una subvención de 3.500 euros.  Es lo que se llama discriminación positiva. Igualmente ocurre en otras comunidades y en ayudas que otorga el Gobierno estatal.

Muchos criticaran esta denuncia que hago porque, al fin y al cabo, no dejan de ser ayudas para la contratación femenina. Pero yo me pregunto, ¿realmente son eficaces este tipo de ayudas? o ¿podríamos llegar más allá para conseguir esta igualdad real tan ansiada?

Si hay algo en lo que somos privilegiadas es en poder dar vida. Pero este privilegio a la vez nos convierte en esclavas de una sociedad todavía machista. Damos vida, pero no por ello estamos sentenciadas a cuidar de nuestros hijos cada segundo, para eso también existe una pareja. Nosotras también queremos ver realizada nuestra carrera profesional, queremos que nuestros proyectos salgan adelante y no se detengan por el simple hecho de tener un privilegio que es dar vida.

Una propuesta simple: un permiso de paternidad obligatorio e igualitario al de la mujer, sin posibilidad de transferir a la madre. Así, tanto el hombre como la mujer se verían obligados a parar su actividad laboral a la hora de tener un hijo. Así las empresas, quizás, tendrían una razón menos para discriminar a la mujer.

La Resolución relativa a la Igualdad de Género, adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT), insta a los gobiernos a formular políticas adecuadas que permitan equilibrar mejor las responsabilidades laborales y familiares, entre ellas, incluir la licencia de paternidad o parental.

De nuevo, los países nórdicos son los que más concienciados están sobre este aspecto. Noruega, por ejemplo, da un permiso a los padres de hasta 112 días de duración e Islandia tiene 90 días de permiso, como Eslovenia. Mención especial merece Austria, que ofrece más días libres para el padre que para la madre (de 1 a 3 años para los hombres por 112 días las mujeres). En Francia, Estonia y Portugal los permisos de paternidad se reducen a 14 días.

Por lo que nos atañe, en España, el permiso de paternidad es de 4 semanas. La ampliación a 5 semanas que estaba prevista aplicar en 2018 tal y como acordaron el Gobierno y Ciudadanos ha quedado congelada por falta de Presupuestos Generales del Estado, el marco donde debería aplicarse esa modificación legislativa y donde quedaría recogida la partida necesaria para hacerla realidad.

Mujeres, seguid luchando. Seguid marcando la historia del mundo como hasta ahora.

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