FONDENEX: “Es más fácil ver un Lince Ibérico que a un guarda de la Junta en el Parque de Cornalvo”

Desde el Fondo para la Defensa del Patrimonio Natural y Cultural de Extremadura solicitan la ampliación del Parque Natural de Cornalvo y la destitución de su director.

Este parque fue el segundo de Extremadura después del Parque Nacional de Monfragüe. Fue declarado Parque Natural en 1993 y en 2004 se incluyó en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Extremadura.

Desde FONDENEX destacan que “la gestión oficial de este espacio natural protegido ha sido siempre deficiente”. En este sentido, argumentan que “no se ha desarrollado nunca un plan de gestión acorde con sus valores naturales y culturales” como tampoco “se han habilitado las ayudas que existen para los propietarios de los terrenos”.

Han argumentado, también, que las acciones que se han llevado a cabo en la zona son mínimas, y que “la señalización es vergonzosa y la vigilancia escasa”. En este sentido, apostillan que “es más fácil ver un Lince Ibérico o un Águila Imperial que a un guarda de la Junta de Extremadura”.

Sobre este déficit de personal señalan que “son escasos los medios que se tienen para vigilar y controlar lo que acaece en las casi 12.000 hectáreas del parque”. Así, afirman que “lo que se merecen estos guardas es un homenaje, además de más dotación personal y medios”.

“Ver a quien en teoría debe llevar la gestión del parque y supervisar las actuaciones que se lleven a cabo en este espacio natural protegido es casi un milagro”, señalan. Con esta afirmación han hecho referencia a que el director “del segundo espacio natural protegido de Extremadura” no lo es “a tiempo completo”.

Reprochan, además, a los responsables, “la práctica desaparición de la Cigüeña Negra”, una gestión que catalogan como “nefasta” en el Parque Natural de Cornalvo. Por todo ello solicitan a la Junta “la inmediata destitución de D. Ángel Sánchez y el nombramiento de un director competente a tiempo completo”.

Además, concluyen con una petición extra sosteniendo que “es ineludible comenzar el estudio de ampliación del espacio natural protegido, con terrenos al norte pertenecientes a los términos de Alcuéscar y Montánchez y al este, el llamado Prado de Lácara, del término municipal de Mérida. Sólo dificultades administrativas impidieron que estos parajes se incluyeran en el parque en 1988, pero son una continuidad geográfica del mismo que no se puede ignorar”.