Piden frenar el “error histórico” que supone el cierre de la central de Almaraz
26 de Junio de 2024
La patronal CIEM alerta de que la clausura elimina la mayor industria de la región sin una alternativa al empleo y pone en jaque la industrialización que persigue Extremadura.
“Las inversiones requieren certezas y eso no es compatible con sembrar la incertidumbre a las industrias electrointensivas que se han fijado en Extremadura en un contexto energético complejo”
La Confederación Independiente de Empresarios de la provincia de Badajoz (CIEM) pide “poner freno al error histórico” que supone el cierre de la central nuclear de Almaraz que ha activado el Gobierno central con la licitación de su plan de desmantelamiento, sin que exista por el momento una alternativa a su impacto en la economía de la región, en el empleo de la zona y en el mix energético.
CIEM resalta “la capacidad acreditada de la central para generar empleo de calidad, fijar población y propulsar el crecimiento económico del tejido empresarial de la zona y de Extremadura” a través de contratos con empresas auxiliares que prestan servicios a la central.
La planta nuclear cuenta con 700 empleos directos, de los que el 50% son titulados superiores; a los que se deben añadir los indirectos, lo que genera un impacto positivo para toda la zona.
En ese sentido, los empresarios de CIEM recuerdan que el impacto estimado de la central Almaraz sobre el PIB extremeño es de 115 millones y que el impacto directo en los municipios de su área de influencia, como Almaraz o Romangordo, se estima en 45 millones. Son las localidades con la renta más alta de la región.
Condicionará el empleo y la demografía del entorno
Con esas cifras, CIEM considera que plantear el cierre de la CNA de Almaraz sin contar con alternativas viables para la zona de Campo Arañuelo, “es un revés que condicionará de forma muy negativa el empleo, la economía y la demografía de su entorno” y que además incidirá en el incremento de la emisión de los gases de efecto invernadero o el encarecimiento de la factura de la luz.
Además, la patronal advierte que su desmantelamiento ahora “pone en jaque la industrialización en la que trabaja Extremadura, que se sustenta en proyectos electrointensivos y de enorme capacidad tractora para dar la vuelta al panorama extremeño actual”.
De momento solo la energía nuclear, energía limpia según normativa de la UE, asegura ese uso electrointensivo que requiere la industria, mientras se desarrollan sistemas de almacenamientos eficientes para la aprovechar todo el potencial de la generación eólica y solar que están desplegando Extremadura.
En este sentido, CIEM cuestiona al Gobierno cómo tiene previsto compensar los 16.927 GWh (datos CNAT) que generó en 2023 la central de Almaraz. Recuerda que deberá garantizarse por otros medios ese aporte al mix, como mínimo, para garantizar la demanda energética actual, “y más aún para garantizar el aporte que demandará la industrialización en el horizonte de Extremadura”.
Los empresarios advierten además que esa industrialización requiere aportar garantías a los inversores y piden por ello un frente común de administraciones y empresas de la región para detener el error histórico que supone el desmantelamiento de Almaraz.
“Las inversiones requieren certezas y eso no es compatible con sembrar la incertidumbre a las industrias electrointensivas que se han fijado en Extremadura en un contexto energético complejo”.
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