Piden la destitución inmediata del director de la cárcel cacereña

Las organizaciones sindicales CCOO y CSIF solicitan el cese inmediato del director del Centro Penitenciario de Cáceres, una vez que han intentado por todos los medios durante años reconducir una situación que era previsible y, ha sido puesta de manifiesto a todas las instancias a lo largo de los últimos años.

“Hemos venido denunciando la precaria situación en materia de personal en que se encuentra el centro penitenciario, con una situación insostenible, con una plantilla envejecida, 6 de cada 10 efectivos se encuentra a punto de jubilarse, oficinas cubiertas al 75% con personal en segunda actividad salidos de vigilancia interior, sin reposición en esta área, ocupando puestos sensibles en la oficina de gestión para los que no tienen cualificación, y el área interior en estado catatónico, cubriéndose los servicios de manera tan precaria que se realizan las actividades diarias gracias a que los funcionarios colaboran más allá de sus obligaciones y exponiéndose diariamente a ser expedientados debido a la imposibilidad de cumplir el reglamento y las órdenes de un director ajeno totalmente a la situación que vivimos”, afirman los sindicatos.

“Gracias tanto a las denuncias y movilizaciones sindicales como al compromiso de la plantilla, se ha puesto de manifiesto esta situación desde hace meses y se van a incorporar 24 funcionarios en prácticas, un parche temporal que no resuelve el problema de fondo. Por ello exigimos en la próxima convocatoria del concurso de traslados, la cobertura de plazas necesarias para acabar con esta gravísima situación”.

“Según el último informe de la Secretaría General sobre la Relación de Puestos de Trabajo, solicitado por la ley de transparencia, el centro penitenciario de Cáceres debería disponer de 295 plazas, contando actualmente con tan solo 220 efectivos y quedando vacantes 75, lo que supone un déficit porcentual de un 25% del total de la plantilla. Estos datos significan que es el centro con mayor número de vacantes a nivel nacional”, aseguran Comisiones Obreras y la Confederación Sindical Independiente de Funcionarios.

“La categoría en que se encuentra encuadrado el centro penitenciario, siguiendo el cuadro de distribución de aplicación de los nuevos índices de categoría y peligrosidad de 2005, es la de categoría segunda y grado de peligrosidad segundo (2.2). En este extremo queremos destacar que estamos recibiendo internos de otros centros, por problemas en sus centros de origen de incompatibilidades entre ellos, así como progresiones de 1º a 2º grado, internos con unas características y circunstancias penales y penitenciarias que no se adecúan al centro penitenciario de Cáceres”.

“La desidia de este director se hace más patente si analizamos su actuación ante las agresiones, insultos y amenazas a los funcionarios por parte de los internos conflictivos, algo que está aumentando de manera exponencial en los últimos meses. Actualmente tenemos dos funcionarios lesionados al reducir a un interno. Estos hechos se saldan siempre con unas horas de aislamiento y vuelta al módulo, creando una bola de nieve que lo único que hace es generar más violencia, apuñalamientos y peleas constantes y generando un medio precario para el trabajo de los profesionales e inadecuado para la reinserción de los internos que ven con estupor cómo acciones gravísimas quedan impunes. Véanse los partes de funcionarios de los últimos tres meses, que nos colocan, si no a la cabeza nacional de conflictividad, sí muy cerca. Internos que deberían pasar a primer grado siguen aquí, sin saber el porqué. Algunos de ellos acumulan hasta once partes disciplinarios”.

“La guinda del pastel”, añaden las organizaciones sindicales “es el trato de la dirección con los sindicatos, a los que no se digna ni a contestar en las innumerables quejas y solicitudes elevadas y registradas, pidiendo algo tan simple como que cumpla la ley, fruto de ello nos hemos movilizado con concentraciones a las puertas del centro, recibiendo, como siempre la callada por respuesta”.

“Es más que evidente que el director no ha hecho las peticiones adecuadas y la desidia y preocupante dejadez de sus funciones ha provocado la situación en que nos encontramos, con una nula gestión de los recursos humanos y control del centro. Consideramos que el tiempo ha caducado para un director que no siente ninguna motivación profesional ni preocupación por el centro que dirige y que ha llevado a la deriva al mismo, y por ello es por lo que entendemos que debe haber un relevo en la dirección”, concluyen CCOO y CESIF.