Proponen ponerle el nombre de mujeres con historia a calles pacenses

La Asociación Cívica Ciudad de Badajoz propone que a varias calles de la ciudad se les ponga el nombre de mujeres destacadas.

La Asociación “quiere rescatar de la memoria (sic) a Carmen Silva, primera mujer en dirigir un periódico en España, a María Cerrato, primera mujer española en licenciarse en Veterinaria y a Ana de Austria, reina de España y Portugal”, que falleció en Badajoz.

En las próximas semanas la Asociación elevará la petición de forma oficial al Ayuntamiento, “proponiendo diversos espacios para el reconocimiento público de las citadas personas”.

PERIODISTA

María del Carmen Silva, nació a finales del siglo XVIII en Lisboa, ciudad en la que se ocupó de liberar con ardides a los soldados españoles apresados por los franceses al inicio de la Guerra de la Independencia. Perseguida por Junot se refugió en Badajoz, donde conoció a su marido, un médico militar. Junto a su futuro esposo participó en la defensa de la ciudad. Al morir Menacho y caer la ciudad, Carmen y su esposo huyeron a Cádiz donde fundaron un periódico. El periódico se llamaba El Robespierre Español y era de carácter progresista, censurando entre otros aspectos la capitulación de la ciudad de Badajoz ante los franceses. Al caer su marido en desgracia y ser encarcelado por sus opiniones políticas ella se hizo cargo de la publicación, convirtiéndose así en una de las primeras mujeres del mundo en dirigir un periódico.

VETERINARIA

María Cerrato Rodríguez, nacida en de Arroyo de San Serván en 1897, fue la primera mujer veterinaria de España, licenciándose en 1925. Consiguió estudiar una carrera, vetada a las mujeres, gracias a un permiso especial del Ministerio de Instrucción. Ya había cursado las carreras de Música, Farmacia y Magisterio. Ejerció en varias poblaciones de la provincia de Badajoz y falleció en Calamonte (Badajoz) en 1981.

REINA

Ana de Austria fue reina consorte de España con Felipe II. Falleció en Badajoz en 1580, cuando su marido se dirigía a tomar posesión del reino portugués. Su enfermedad y posterior desenlace obligó a la Corte española a establecerse durante varios meses en Badajoz.