¿Qué pasará con Sánchez tras la ruptura entre Podemos y Sumar?
7 de Diciembre de 2023
Sánchez junto a Yolanda Díaz en el Congreso / PSOE
Como ya anticipábamos este martes, Podemos ha decidido romper con Sumar, por lo que sus cinco diputados se integrarán en el Grupo Mixto.
Así, la formación liderada por Ione Belarra pretende conseguir toda la ‘libertad’ que los morados perdieron al acceder integrarse en el partido de Yolanda Díaz. Un partido que está aglutinado por diferentes secciones de la izquierda y que concurrieron de forma conjunta a las elecciones con la intención de no diversificar el voto. La concentración del voto en una sola opción les permitió conseguir escaños que tal vez habrían ganado otros partidos de no haber tomado esta decisión.
Por todos es sabido que la cuerda entre Díaz y Belarra estaba tensa, sobre todo tras conocerse el veto hacia Irene Montero, quien ni siquiera formó parte de las listas electorales. Algo que a Podemos no sentó nada bien, pero que a otros no desagradó, ya que la entonces ministra de Igualdad había estado en el foco de diferentes polémicas, entre ellas todo lo acontecido con la conocida Ley del ‘Solo sí es sí’.
¿PERJUDICARÁ ESTA RUPTURA AL GOBIERNO?
Según han informado fuentes cercanas tanto a PSOE como Podemos, la ruptura con Sumar no se ha producido porque los morados tuviesen enfrentamientos con los socialistas, sino más bien por una cuestión de independencia política. En este sentido, en una llamada telefónica entre el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y la diputada Ione Belarra, esta puso de manifiesto la necesidad de cooperar conjuntamente con el Gobierno.
El propio Sánchez ha indicado en referencia a este tema que “son organizaciones distintas” y que “trato de ser respetuoso”, por lo que se ha negado a realizar valoraciones. Aun así, ha afirmado que es consciente de que a partir de ahora tendrá que “negociar un poco más, pero con una fuerza progresista como Podemos”.
Hay que decir que Podemos puede reventar la mayoría de Sánchez siempre que vote en contra. Sin embargo, el presidente ve el camino despejado y no cree que esto afecte a la gobernabilidad.
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