¿Quién está llenando las calles de Badajoz de tenedores?

Una ‘plaga’ de tenedores pintados en negativo sobre el suelo de varios lugares de la ciudad de Badajoz, intriga a muchos habitantes de la capital pacense.

Que se realicen pintadas en sitios públicos no es algo novedoso. Y que se pinten imágenes en negativo utilizando una plantilla, en este caso de tenedores o los mismos tenedores a modo de plantillas, tampoco es una novedad. Hace milenios que los primitivos habitantes de lo que actualmente es Extremadura dejaron pintadas sus manos en las cavernas.

En la ciudad de Cáceres, en la cueva de Maltravieso, donde a mediados del siglo XX se descubrieron restos humanos y manos pintadas en negativo, los estudios más reciente han demostrado que esas pinturas fueron realizadas hace más de 66.000 años, cuando los neandertales, una de las especies humanas que precedieron a la actual, eran los únicos ocupantes humanos de Europa.

Son las impresiones rupestres más antiguas conocidas por lo que puede afirmarse que, por lo que se sabe hasta ahora, en lo que a la pintura respecta, el arte rupestre comenzó en una cueva cacereña.

En ella se pueden observar en las paredes manos humanas representadas en negativo con pigmentos rojizos. Hay cierta similitud con los tenedores de Badajoz, pues tanto las manos como los tenedores se pintaron proyectando la pintura con algún tipo de aerosol o atomizador. La técnica que utilizan los autores de ahora es semejante; se trata de colocar el objeto, en este caso un tenedor, sobre una superficie y pintar con spray sobre él.

Las ubicaciones de estas pintadas son cada vez más. Las hay en varios lugares de la avenida Sinforiano Madroñero, en la plaza de Santa María de la Cabeza, en la calle Felipe Checa (paralela a calle Menacho), calle Agustina de Aragón y en la calle Francisco Luján, entre muchas otras. En la mayoría de los lugares elegidos por estos ‘pintores rupestres’ se usan los pasos de peatones para plasmar los tenedores y en otros buscan fondos de color claro para resaltarlos.

Un dato curioso es que varias pintadas se sitúan cerca de restaurantes. La redacción de 7Días se ha puesto en contacto con el sector hostelero para saber quién realiza esas pintadas. “Eso es lo que yo quisiera saber”, declaró el dueño de un establecimiento visiblemente indignado con lo que está ocurriendo.

No considera que eso favorezca al negocio de ninguna manera, porque en definitiva se están ensuciando los alrededores de su restaurante y eso trae repercusión negativa para los locales.

Así que la intriga continúa. ¿Quién y con qué finalidad está llenando de tenedores las calles de Badajoz? Si se trata de una acción publicitaria particular y clandestina, el Ayuntamiento debería actuar contra esta iniciativa que, en definitiva, está ensuciando la ciudad. Y uno de los mantras municipales es la obligación que tiene la ciudadanía de cuidarla, de mantener limpio Badajoz.