Quizás no se esté contando todo a la afición del CD. Badajoz: la alargada sombra de Oliver

Muchas incógnitas existen sobre la identidad de las personas que se enconden tras los entramados societarios en los que se encuentran las acciones del Club Deportivo Badajoz desde que el Juzgado de Instrucción Nº. 6 de Málaga acordara la venta de las acciones en favor de Lanuspe, SL por medio del Auto de 2 de marzo de 2022. Y ello a pesar de que, según señala la citada resolución judicial, la oferta de Lanuspe, SL era “por importe inferior a la comunicada por escrito de 2021”.

De esa forma, y tras la ratificación de compraventa por parte de Joaquín Parra desde prisión en verano de 2022, Lanuspe, SL adquirió el 99,75% del capital social del club. Sin embargo, cinco meses antes de esa firma, ya hizo su aparición en Badajoz quien decía ser representante de la ‘nueva propiedad’, Diego García, concretamente en enero de 2022.

Diego García vino acompañado de Francisco Jesús Soriano, más conocido como Fran Soriano, exmilitar y hombre de confianza de la familia Oliver. El mismo era por entonces administrador de Lanuspe, SL y en tal condición firmó el contrato privado y posterior escritura pública de compraventa de las acciones del Badajoz, según ha podido saber 7Días. Sin embargo, esa sociedad, que hoy es propietaria del club blanquinegro, fue constituida a finales de 2020 por Bernardo Zulategui, hermano de Joaquín Zulategui, socio de Luis Oliver y condenado junto con este por la administración en el Córdoba CF.

Fran Soriano es además administrador solidario junto con Alejandra Oliver en la sociedad Rivierahus Spania, SL que fue la que aportó, en virtud de escritura pública de 29 de noviembre de 2022, las garantías inmobiliarias en la compraventa de las acciones del club. Este medio ha podido conocer que el mismo Fran Soriano se encargó, en febrero de 2022, de entregar las cartas de despido a quienes públicamente se opusieron a la entrada de Luis Oliver en el club; esto es, el ex entrenador Óscar Cano y el ex Director deportivo David Torices “Dupi”.

Una vez limpio el club de los que se oponían a su entrada, desembarcaron en el Nuevo Vivero Luis Oliver y Joaquín Zulategui, lo que provocó fricciones con la plantilla cuyos miembros se arrodillaban antes de cada partido en señal de protesta. A pesar de que Luis Oliver negara ante los medios que el club sería sometido al concurso de acreedores, lo cierto y verdad es que, a día de hoy, el futuro del Club Deportivo Badajoz pasa por salvar el Concurso Abreviado Nº. 193/2022 del Juzgado de lo Mercantil Nº. 1 de Badajoz, donde, según el informe del administrador concursal, el acreedor mayoritario es Teodoro Brea, otro de los investigados por su gestión en el Córdoba CF y en el Extremadura UD (ya extinto), y socio a su vez de Oliver y Zulategui.

La información a la que ha accedido 7Días señala que la deuda actual supera los 7 millones de euros, de los que casi la totalidad se generan tras el encarcelamiento de Joaquín Parra (este solo habría dejado los gastos del último mes), y que, al menos en marzo del presente año, no se estaba pagando a la Seguridad Social. Hay que tener en cuenta que en la rueda de prensa del CD. Badajoz este pasado martes se aseguró que estaban al corriente de pagos, algo que manifestaría que no se está contando todo.

Sea como fuere, en junio de 2022, finalizada ya la temporada 2021/2022 y ratificada la escritura por parte de Joaquín Parra, Luis Oliver señaló en rueda de prensa en el Nuevo Vivero lo siguiente: “No va a haber ningún descenso”. Un visionario.

En febrero de 2023 el club emite un comunicado informando que Atlantic Capital 2000, SL, sociedad del mejicano José Luis Orantes, había adquirido el 99,75% de las acciones de la entidad blanquinegra saliendo la familia Oliver del accionariado. A pesar de ello, se mantiene a Luis Díaz-Ambrona como presidente del consejo de administración del club. Este abogado de Badajoz fue puesto en el cargo directamente por Luis Oliver, hecho que no tuvo reparos en agradecer públicamente Díaz-Ambrona en la presentación de la campaña de abonos de la temporada pasada. “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, y, en esta vida, de bien nacidos es ser agradecidos”, dijo en referencia a la familia Oliver.

Un giro inesperado de los acontecimientos fue el nombramiento de Diego García como director general en marzo de 2023. El abogado de Alicante, que llegó a Badajoz en enero de 2022 como representante del grupo Oliver, pasaba a ser el hombre de confianza de los nuevos propietarios mejicanos. Cuanto menos, extraño.

Diego García además sigue siendo el único cargo inscrito en el Registro Mercantil tras la venta de las acciones por parte de Joaquín Parra. Por extraño que parezca y, a pesar de lo comunicado por el club a los medios de comunicación, parece ser que no se encuentran inscritos el resto de cargos del consejo de administración. Consultado el Registro Mercantil, no constan ni Leonardo Casanova, ni Alejandra Oliver, ni José Luis Orantes, ni tampoco el presidente Luis Díaz-Ambrona.

Recientemente, la plataforma “Sentimiento Blanquinegro” ha exigido, a través de un comunicado, que se aclare por la propiedad cuál es la razón por la que los cargos no se encuentran inscritos, sin que se tenga constancia de respuesta alguna. Sin embargo, y buceando en el Registro Mercantil de Alicante, encontramos un hecho que puede ser revelador de la presencia de Luis Oliver en el club blanquinegro actualmente. Concretamente nos referimos a la inscripción de los administradores solidarios de la mercantil Lanuspe, SL el 1 de junio de 2023 (por medio de escritura pública de 20 de febrero de 2023), hace apenas una semana.

Junto con los mejicanos José Luis Orantes y Miguel Ángel Leyva, representante este último del inversor Guillermo Ritchey, figura inscrito un viejo conocido, Fran Soriano, hombre de confianza de Luis Oliver, quien no puede figurar inscrito a causa de su condena, ratificada por el Tribunal Supremo, la cual le impide gestionar patrimonio ajeno.

Todo ello lleva a pensar que quizás no se esté contando toda la verdad a la afición blanquinegra, y que el grupo Atlantic no esté tan desvinculado de aquella ‘nueva propiedad’ que aterrizó en Badajoz en enero de 2022, y cuyos integrantes tienen en su currículum el deshonroso mérito de haber dilapidado varios clubes.

Estamos ante el inicio de una nueva temporada tras un desilusionante descenso. El balance desde la llegada de Oliver es que, un club que competía por los playoffs de ascenso a la Segunda División en la temporada 2021/2022, se ha convertido ahora en un equipo hundido en Segunda RFEF y con una deuda mayor a la que presentaba con anterioridad a la llegada de la ‘nueva propiedad’ de la mano de Diego García, según los datos que llegan a la redacción de 7Días. Sin hablar de las categorías inferiores y el equipo femenino desaparecido.