Razón por la que no deberías apagar el motor de golpe después de un viaje largo
6 de Septiembre de 2022
Tras realizar un viaje largo lo único que se quiere es aparcar y descansar, y por eso es muy habitual desconectar el motor sin ningún tipo de cuidado. Este gesto tan común puede ser nocivo para nuestro vehículo, ya que puede provocar graves averías en el turbocompresor, una de las piezas más caras.
La mayoría de los vehículos tienen turboalimentación, un sistema que comprime el aire que circula hasta el motor y envía más oxigeno para mezclarlo con el carburante. Cuanta más combustión, aumenta la potencia y el consumo es más eficiente.
Los turbocompresores son mecanismos que funcionan por una turbina que gira por los gases de escape. Cuando se detiene el motor de un coche, esta turbina continua girando por la inercia, pero sin aceite que la lubrique, lo que puede acelerar su desgaste y posterior rotura.
Sin entrar en distinguir los diferentes tipos de turbocompresores, de manera general son mecanismos que funcionan gracias a una turbina que gira impulsada por los gases de escape.
En el eje de la misma se fija un compresor centrífugo que se encarga de coger el aire que viene del filtro e introducirlo a presión en los cilindros. Lo más recomendable es estacionar y dejar el motor al ralentí durante un minuto.
Al ralentí el turbo sigue estando lubricado, para que los rodamientos de la turbina no sufran y la temperatura del motor se estabilice antes de pararlo. De esta manera nos ahorraremos reparaciones de más de 1.000 euros.
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