Continúa la lucha para acabar con el nenúfar en el río Guadiana a su paso por Badajoz

La Confederación Hidrográfica del Guadiana continúa con los trabajos de mejora de la continuidad fluvial del río Guadiana en el azud de la Pesquera en Badajoz, una vez desviada la línea subterránea de media tensión que impedía la ejecución de la misma. Esta actuación se desarrolla en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) para la ejecución de los fondos Next Generation EU. Las obras cuentan con un presupuesto de 2.260.489,49 euros.

Las obras, que comenzaron en agosto de 2022, se vieron afectadas en diciembre de ese mismo año por la borrasca Efraín. Fue en enero cuando se retomaron una vez que descendió el caudal del río Guadiana. Además, estas obras han estado paralizadas porque se detectó la existencia de una línea subterránea de media tensión que no estaba ejecutada en el momento de redactar el proyecto.

Estas mejoras contribuirán a disminuir la presencia de nenúfar mejicano (Nymphaea mexicana) al facilitar el transporte de los sedimentos que acarrea el río y movilizar las ya existentes aguas arriba del azud. Se incluye, además, la construcción de una rampa para peces que mejore la permeabilidad del azud y facilite la continuidad longitudinal para la ictiofauna.

El ámbito de actuación se localiza en la puerta de entrada al tramo urbano del río Guadiana en la ciudad de Badajoz. Dicho tramo se encuentra delimitado por dos azudes: aguas arriba por el azud de La Pesquera, y aguas abajo de este, por el azud de la Granadilla. El azud objeto de actuación, el de la Pesquera, está situado en la confluencia de los ríos Gévora y Guadiana en las inmediaciones de la conocida fábrica de la Luz y el molino de los Moscoso.

Actualmente se encuentra en licitación las Obras de mejora de la continuidad fluvial del río Guadiana en el azud de la Granadilla, que junto con las actuaciones que se llevan a cabo en el azud de la Pesquera contribuirán a garantizar los objetivos fijados.

La continuidad fluvial es uno de los elementos esenciales contemplados tanto en la Directiva 2000/60/CE Marco del Agua (DMA) como en los planes hidrológicos de cuenca, puesto que, una mejora en la continuidad fluvial garantizará la movilidad necesaria para la supervivencia de las comunidades piscícolas, disminuyendo la vulnerabilidad del sistema, incrementando la variabilidad genética y mejorando su capacidad de adaptación frente al cambio climático.