Un pueblo extremeño, uno de los lugares aislados más fascinantes de España

Lugares que nadie imagina que existen, lejos, escondidos, con poblaciones pequeñas pero con historias y paisajes increíbles. Una forma de vida que permiten que estos lugares desarrollen su cultura y costumbres sin la influencia de otros núcleos urbanos. Opciones perfectas para visitar y perderse.

Entre esta lista de los once pueblos aislados y más bonitos, ostentando el segundo puesto, se encuentra San Martín de Trevejo.

Ubicado muy cerca de la frontera con Portugal, localización conocida como la Raya, ha logrado sobrevivir al paso de los siglos con sus señas de identidad intactas. Ubicado en la Sierra de Gata, a los pies del Jálama se asienta esta pequeña localidad.

Gracias a su ubicación fronteriza ha conseguido manterse conectada con el mundo y posee algo menos de 800 habitantes.

Su peculiaridad: el habla propia. Y es que si, en Extremadura además del castúo, se habla A Fala. Lengua existente también en Eljas y Valverde del Fresno. La hipótesis es que surgió de las corrientes de emigración de gallegos que repoblaron el lugar en la Edad Media.

Un idioma propio que, pese a no estar oficializado, es motivo de orgullo entre sus hablantes. De hecho, los tres municipios han desarrollado medidas de protección al considerarla parte de su patrimonio y la misma Junta de Extremadura lo ha reconocido como Bien de Interés Cultural. En estos enclaves, además, no se ha perdido la transmisión generacional e incluso una cierta rivalidad entre los tres municipios se ha convertido en otro aliado para el mantenimiento de la lengua.

FOTO: Pueblos con encanto